En el mercado peruano, la propiedad intelectual juega un rol fundamental para proteger la originalidad de los productos y las marcas. Sin embargo, prácticas como cambiar etiquetas o estampar una marca propia sobre productos ajenos generan dudas legales. ¿Es esto permitido por la ley?
Según expertos en derecho, este tipo de acciones no solo puede vulnerar los derechos de autor y las leyes de propiedad industrial, sino también afectar la confianza de los consumidores al adquirir un producto que aparenta ser original.
Hace unas semanas, a través de las redes sociales, se denunció el caso de una conocida influencer peruana que lanzó su propia marca de ropa, indicando que sus diseños eran exclusivos. Sin embargo, por TikTok, una presunta cliente que compró una de sus prendas, sostuvo que al revisar el producto encontró una etiqueta que la marca Shein.
Gestión conversó con el abogado Ricardo Elías, quien desde el ámbito penal mencionó que estas malas prácticas se están viendo con gran frecuencia en el país, sobre todo por la alta demanda de productos traídos desde China.
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“Reemplazar etiquetas de productos por otras marcas es considerado un engaño que induce al consumidor a equivocarse. Este acto puede configurarse como delito de estafa bajo el derecho penal peruano”, indicó.
El especialista señaló que el delito de estafa se configura cuando se produce un engaño que genera un desplazamiento patrimonial en perjuicio del comprador. A diferencia de otros delitos, no requiere un monto mínimo para su tipificación, lo que lo hace aplicable a cualquier transacción en la que se cumplan estos elementos
Además, este delito puede ser perseguido de oficio por la Fiscalía, lo que permite iniciar investigaciones sin necesidad de una denuncia previa, ampliando la posibilidad de identificar y sancionar a los responsables.
¿Qué dicen las normas?
La normativa peruana establece mecanismos claros para proteger las marcas y prevenir prácticas desleales en el mercado. La Decisión 486, en su artículo 155, otorga al titular de una marca el derecho de impedir la modificación o eliminación de su marca en productos.
También, la Ley de Represión de la Competencia Desleal (D.L. 1044) regula específicamente los actos de engaño y confusión, prohibiendo la alteración o falsificación de productos.
¿Cómo denunciar estos casos?
Elías señaló que para sustentar una denuncia por estafa en casos de modificación de etiquetas, es fundamental recopilar pruebas como comprobantes de pago, ya sean transferencias o vouchers, que acrediten la transacción. También son relevantes las conversaciones con el vendedor, realizadas a través de redes sociales o aplicaciones, ya que pueden evidenciar el contexto de la compra.
Otro elemento clave es la publicidad o las descripciones en páginas web que induzcan a error al comprador. Finalmente, una comparativa entre el producto ofrecido y el entregado puede demostrar las discrepancias y reforzar el caso ante las autoridades.
“Para evitar denuncias por estafa, las empresas deben informar al consumidor si el producto ha sido objeto de un rebranding o pertenece a otra marca, garantizando así transparencia sobre su procedencia y calidad. Es esencial evitar prácticas engañosas que puedan inducir al error respecto al origen o las características del producto y cumpliendo con las normativas legales vigentes”, manifestó.
“Desde el ámbito del derecho del consumidor, Indecopi tiene la facultad de imponer sanciones económicas significativas a las empresas que vulneren los derechos de los compradores. Estas multas buscan garantizar el cumplimiento de las normativas”, agregó.
¿Si soy un emprendedor cómo puedo cuidar mi marca?
En diálogo con la especialista en propiedad intelectual, Ana Belén Martell, indicó que la propiedad intelectual se clasifica en dos ramas principales: Derechos de Autor, que abarcan creaciones artísticas, literarias y el software, incluyendo su manual, código fuente y objeto; y Propiedad Industrial, que protege marcas, patentes, diseños industriales y secretos comerciales.
“Al emprender, es fundamental proteger tu marca para evitar copias y asegurar exclusividad. Aunque en Perú el registro de marcas no es obligatorio, es una herramienta clave para resguardar tus ideas y evitar futuros conflictos legales. Sin embargo, al registrar una marca, te da el beneficio de: protección legal exclusiva, derecho de uso exclusivo, prevención de conflictos, acceso a denuncias y protección y la facilidad para expandir tu negocio”, sostuvo.
En ese contexto, Martell mencionó que importar productos con marcas registradas sin la debida autorización puede resultar en serias consecuencias legales, como la confiscación de mercancías y la imposición de multas por infracción.
Además, alterar productos o modificar etiquetas para dar la impresión de un origen distinto a la realidad constituye una infracción de marca, lo que no solo afecta la competencia leal, sino que también perjudica la confianza del consumidor y la integridad del mercado.
Cabe mencionar que si existe un acuerdo explícito entre el productor original y quien reetiqueta, esta práctica puede ser válida siempre que se cumplan las normativas legales (por ejemplo, distribución bajo licencia o contrato).
¿Qué pasa si no me copio de un diseño, pero elaboro una parecida?
Otro caso que se reportó en nuestro país fue que una influencer y dueña de una marca de ropa que incluso se vende en tiendas de retail, fue denunciada, presuntamente porque compró un vestido en una tienda y usó los mismos patrones (corte, tela y estampados) para crear sus prendas.
Ante esto, la especialista refirió que cuando un consumidor adquiere un producto creyendo que proviene de una empresa distinta a la que realmente corresponde, como en el caso de prendas con patrones o estampados que se asocian comúnmente a una marca específica, puede haber una afectación a sus derechos.
“Estos derechos están regulados por la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías de Indecopi, que vela por la protección de la propiedad intelectual, lo que puede resultar en sanciones en caso de infracción”, indicó Martell.
“En el caso de los diseños de moda, aunque el registro de un diseño industrial suele tomar alrededor de un año y medio, haciendo que en ese tiempo el diseño ya pase de moda, esto no significa que no exista protección. Si el diseño es original, puede estar amparado por derechos de autor, los cuales no requieren un registro formal para ser defendidos. Esto implica que si compras un vestido y luego lo copias, podrías estar incurriendo en una violación de derechos de autor”, agregó.
¿Cómo identificar una marca adulterada?
Para que un consumidor pueda identificar si un producto es original o tiene una etiqueta alterada, es importante seguir ciertas pautas. Así, primero, debe verificar la fuente de compra, asegurándose de que sea un establecimiento formal y confiable.
“Hay que verificar bien los acabados, la calidad de la tela e incluso los estampados de la marca. Un punto clave es saber si el establecimiento entrega una boleta de la compra y cuenta con número de ruc y si ante cualquier desperfecto, te dan la garantía de que puedas reclamar por el producto”, señaló.
“Si compras a un vendedor informal, las probabilidades de que tu denuncia sea procedente se reducen significativamente, ya que no tendrás la documentación adecuada como la factura o boleta que te permita identificar al infractor”, añadió.
En el caso de los cosméticos, Martel, señaló que es crucial verificar el registro sanitario de los productos. “Si un cosmético no tiene registro sanitario, debería tener una figura similar conocida como notificación sanitaria obligatoria (NSO). Los consumidores deben revisar cuidadosamente las etiquetas y el rotulado del producto para asegurar que cuente con esta información, ya que un producto con registro sanitario brinda cierta garantía sobre su legalidad y calidad”.
¿Qué pasa si registro mi marca pero no la uso?
La especialista, manifestó que en Perú, registrar una marca no implica una obligación inmediata de uso, pero una vez que el registro alcanza los tres años de vigencia, puede ser objeto de una solicitud de cancelación por falta de uso por parte de terceros.
En Perú, el registro de una marca tiene una duración de 10 años y puede renovarse de manera indefinida sin necesidad de demostrar su uso en cada renovación. Sin embargo, si han transcurrido más de tres años desde su registro, la marca puede ser susceptible de una solicitud de cancelación por falta de uso presentada por un tercero.
En este escenario, el titular de la marca deberá acreditar ante Indecopi que ha utilizado la marca durante los últimos tres años en las condiciones exactas en que fue registrada. Cabe destacar que no existe una acción de oficio por parte de Indecopi para cancelar marcas por falta de uso; esta situación solo se genera si un tercero interpone la solicitud correspondiente.
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¿Si no tengo mi marca registrada, igual puedo denunciar si se roban mis diseños?
No registrar una marca deja a los propietarios en una posición vulnerable frente a terceros. El registro de una marca otorga herramientas legales para protegerla, como la posibilidad de impedir copias, presentar oposiciones contra registros similares y denunciar infracciones por usos no autorizados.
Sin el registro, no es posible reclamar exclusividad ni presentar acciones legales, ya que el derecho sobre la marca no se constituye de manera automática. En esencia, el registro es un requisito fundamental para garantizar la protección y exclusividad de una marca en el mercado.
Las sanciones por competencia desleal
Las sanciones por actos de competencia desleal en Perú pueden ser bastante severas, alcanzando hasta 700 UITs, lo que equivaldría a S/ 3,745,000 en 2025 (considerando el valor de cada UIT en S/ 5,350).
La determinación de las multas toma en cuenta diversos factores, como los ingresos obtenidos de la infracción, la duración de la conducta ilegal y la probabilidad de detección. Estos elementos son claves para el cálculo final de las sanciones, lo que refleja la gravedad con la que se considera la competencia desleal en el mercado peruano.
“El problema principal no radica en la falta de normas, ya que estas existen, sino en los retos de fiscalización que enfrentan las autoridades. La dificultad para identificar al verdadero infractor es mayor debido a la presencia de una amplia industria informal en el país. Esta situación complica tanto a las autoridades como a los afectados, quienes no siempre pueden identificar a quién deben denunciar”, aseguró Martell.
Yuriko Cabeza, Lima 1987. Licenciada de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, con más de 12 años de experiencia en medios digitales. Escribo sobre política, actualidad local y realizo informes especiales.
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