Perú, el sexto país del mundo y el segundo de Latinoamérica con más casos de COVID-19 al acumular 288,477 contagios, registra más de 34,000 muertes inusuales desde la llegada de la pandemia a su territorio, de las que cerca de 10,000 tuvieron al coronavirus como causa confirmada del deceso.
Entre marzo y junio han fallecido en Perú un total de 71,328 personas, 92% más que en el mismo periodo de los dos años anteriores, cuando murieron aproximadamente 37,000 personas tanto en el 2018 como en el 2019, según los datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef).
En total son unas 34,300 muertes por encima de las cifras del 2029 y 2018, algo más del triple de los 9,860 decesos confirmados por el virus.
La diferencia son unos 24,400 occisos que pueden ser calificados como sospechosos de COVID-19.
El sistema nacional de defunciones muestra que las cifras de mortalidad para otras causas de muerte se han mantenido en los valores normales durante este periodo, por lo que ese exceso de fallecidos puede deberse directamente a presuntos casos de coronavirus, a falta de una prueba que lo confirmase con exactitud.
Así ha sido advertido en semanas pasadas desde el Grupo de Prospectiva, un conjunto de expertos de diferentes disciplinas que asesora al Gobierno en las medidas a tomar contra la pandemia.
Tres veces más fallecidos en Lima
Lima, el gran epicentro nacional de la pandemia al concentrar el 30% de la población y el 60% de los casos de COVID-19, presenta una tendencia similar en los registros de defunciones.
La capital peruana registró entre marzo y junio 32,539 fallecidos, aproximadamente el triple de muertes que se dieron en el mismo periodo en el 2018 y 2019 en circunstancias normales, cuando se contabilizaron unos 11,000 decesos.
Tanto en mayo como en junio del 2020 murieron más de 11,000 personas. Eso supone que, de manera consecutiva, en un solo mes se dieron el mismo número de muertes que se suelen registrar a lo largo de cuatro meses.
Los fallecidos en Lima cuya causa de muerte confirmada es el coronavirus suman casi 4,600, por lo que como sospechosas quedarían casi 17,000 defunciones que están por encima de los números habituales de decesos en la capital.
El Callao
Situación similar se vive en el Callao, la ciudad portuaria aledaña a Lima donde se encuentra el puerto y el aeropuerto de la capital. Allí el registro de fallecidos de los últimos cuatro meses arroja un total de 4,248 muertos, tres veces más que el registro de los tres últimos años en ese mismo periodo, que era de 1,400.
Al igual que Lima, el Callao tuvo cuatro veces más fallecidos en mayo (1,681) y junio (1,501) en comparación con un mes sin pandemia donde el registro era de unos 400.
Según las cifras del COVID-19 ofrecidas por el Ministerio de Salud, en el Callao han fallecido por esta enfermedad 633, por lo que hay más de 2,200 defunciones sospechosas, que se encuentran por encima de los registros habituales.
Sin positivo no hay confirmación
Al igual que el resto de países, Perú solo considera en sus estadísticas oficiales sobre el COVID-19 a los fallecidos que dieron positivo en una prueba, bien sea rápida o molecular (PCR). La mayoría fallecieron en hospitales, aunque hay casi mil personas que han perecido en sus domicilios.
Sin un resultado positivo de una prueba, un fallecido con síntomas de coronavirus nunca ingresará al registro oficial de occisos por COVID-19. Son miles los casos en Perú donde el acta de defunción consigna como causa de muerte "sospecha de COVID-19", entre otras descripciones como "SARS".
El protocolo para el tratamiento de fallecidos durante la pandemia impide hacer mayores pruebas sobre los fallecidos, pues ordena una sepultura sin dilaciones y reserva la necropsia solo para casos donde sea exclusivamente fundamental.
"Al ser sospechosa de COVID-19 no podemos informarla mundialmente. Ningún país hace eso", recordó el ministro de Salud, Víctor Zamora, durante la primera semana de junio.
El ministro también estimó que hay un 10% de fallecimientos adicionales que no entran en ninguna estadística ya que estas personas "son enterradas en cementerios clandestinos y sin ninguna certificación". "Eso sí es un subregistro", puntualizó.
Desde el 1 de julio Perú levantó la cuarentena nacional, que quedó únicamente activa en siete de las veinticinco regiones, después de haber sido el primer país de América Latina en ordenarla cuando apenas había detectados 71 casos.