En América Latina, Perú destaca en los avances realizados en la Educación Básica (inicial, primaria y secundaria). Entre esos logros, destaca la disminución de las tasas de repitencia en primaria (aunque no en secundaria) y una situación de relativa menor sobreedad que el resto de los países, destaca Sandra Carrillo, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
De igual manera -agrega- se ha mejorado en los logros de aprendizajes, tanto a nivel de primaria (evaluaciones del LLECE 2006-2013) como secundaria (PISA-2000) y se ha incrementado la evolución de la inversión del gasto por estudiante a la par de la evolución de la matrícula.
Sin embargo, todavía hay desigualdades en las trayectorias educativas de la educación básica y su tránsito hacia la educación superior.
Según indica, todavía hay desigualdades en las condiciones básicas que impiden el aprendizaje, lo que afecta a las poblaciones menos privilegiadas. Precisa que hay una mayor segregación entre escuelas y esta sigue aumentando a diferencia de otros países de la región, lo que significa un incremento de la brecha de resultado entre los cuartiles de menor y mayor nivel socioeconómico.
“Tenemos un grupo de chicos de élite con mucho dinero o que se encuentra bien económicamente y chicos en situación de pobreza y pobreza extrema. Esto no solo tiene repercusiones en el aprendizaje, sino que las políticas educativas que se tiene que implementar son mucho más caras y a la larga es un impacto en la sociedad porque estos grupos se van distanciando”, afirmó durante la presentación del documento “Educación equitativa e inclusiva”, en el evento “Perú Debate 2021: propuestas hacia un mejor Gobierno.
De este modo, indicó que dicho documento propone una serie de políticas para revertir esta realidad.
Precisó que el trabajo se enfoca en educación básica porque es la parte obligatoria del sistema educativo peruano, en tanto asegurar aprendizajes a esta edad garantiza que los escolares que terminan el colegio puedan seguir la educación superior mejorar preparados o ingresar al mercado laboral.
Foco en la primera infancia
Carillo indica que la primera infancia es clave, por lo que se plantea una ampliación en el servicio de guarderías de 0 a 2 años; y la universalización de esta 3 a 5 años.
Precisa que ello implica no solo abrir cunas y guarderías, sino, garantizar que existan equipos profesionales capacitados y preparados para trabajar con niños de acuerdo a la edad de desarrollo y las necesidades que se plantean, así como contar con los materiales educativos pertinentes para trabajar.
“Es una etapa donde se requiere mucha estimulación, mucho material concreto, sensitivo, auditivo, eso se debe asegurar. Sobre todo para las poblaciones más vulnerables que tienen mayor carencia y que hay evidencia que esto tiene un impacto muy significativo no solo en la escolaridad y aprendizaje, sino, en el desarrollo emocional”, dijo.
En esta primera infancia, indicó que también se debe contar con los servicios de atención que se ofrecen, ya que la primera infancia es donde se articulan muchas disciplinas. En esa línea, dijo que la coordinación intersectorial es clave y debe haber una pertinencia cultural.
“No es un servicio único y universal para todos o un mismo modelo porque hay muchas concepciones y creencias de las familias con relación a cómo cuidar a los niños”, sostuvo.
Permanencia en la escuela
Una vez cubierta la primera infancia, se debe considerar que dar el siguiente paso (primaria y secundaria) no solo es el acceso, sino, la permanencia y la conclusión, con mucho énfasis en las poblaciones vulnerables.
Indica que los escolares que tienen más dificultades en el colegio no solo por su nivel socio económico, sino, por sus aprendizajes, capacidades o condiciones, deben ser más considerados por el Estado y asegurar que ellos se encuentren en el colegio.
“Una vez estén en el colegio se tiene que poner foco en el aprendizaje. Para ello los equipos docentes tienen que estar preparados y los directores (deben estar preparados) con relación a la gestión misma de la escuela”, apuntó.
De igual manera, dijo que hay una necesidad en especial con los colegios rurales y bilingües. Explica que si bien como país se viene trabajando y apostando en diversos modelos, se necesita ser mucho más agresivo y enfático en articular los diferentes niveles. Así, dijo que debe haber un modelo que articule el nivel de inicial, primaria y secundaria para que los jóvenes también tengan modelos adaptados y articulados a lo que hicieron en su primaria en su localidad con su lengua y con su equipo pedagógico y materiales pertinentes; y que no sea “un sacrificio extra ir a la escuela”.
Personas con discapacidad
Otro punto a mejorar son la población escolar con discapacidad. La investigadora indica que casi la mitad de la población en edad estudiantil está fuera del sistema educativo y en este punto se debe hacer un trabajo con las personas con discapacidad leve que están en las escuelas regulares, los profesores que necesitan más herramientas para trabajar con ellos y los colegios de educación básica especial que necesitan apoyo pedagógico, equipos multidisciplinarios, materiales necesarios y acompañamiento a las familias.
“Hay una deuda de inclusión muy fuerte que tenemos con los niños, niñas y adolescentes con discapacidad”, manifestó.
De igual manera, un tema a poner énfasis es la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Explica que si bien las estadísticas revelan que en la actualidad los hombres y mujeres pueden tener un igual nivel de ingreso a raíz de un igual aprendizaje, detrás de ello existen otros factores.
“No basta con entrar al colegio, sino, que hay que evidenciar todos esos comportamientos, roles, expectativas, estereotipos que están normalizados y que tiene que ver con la socialización. Esto hace que en los espacios haya mucha discriminación, violencia y estereotipos que limitan el desarrollo de las niñas y las adolescentes”, dijo.
El último punto y no menos importante se refiere a la importancia de mejorar la infraestructura, servicios básicos (agua, luz, desagüe, internet) y condiciones de salud y seguridad.
Señala que entre el 70% y 80% de escuelas se encuentran en mal estado, las escuelas rurales son más precarias y si se menciona a las de la Amazonía, son peor. “Entonces se tiene que seguir esa línea sobre todo si va a ver un retorno a clases (en el marco de la pandemia del COVID-19)”, aseguró.