Socio de Vinatea & Toyama Abogados
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Permanente de Empleo en Lima Metropolitana publicados por el INEI del trimestre pasado, los niveles de actividad (población en edad de trabajar que busca empleo) y ocupación (población en edad de trabajar que busca empleo y lo consigue) se recuperan a niveles similares del mismo trimestre en 2019 (previo a la pandemia). Esto podría ser una buena noticia, pero el problema está en los detalles.
La población económicamente activa (PEA) asciende hoy a 64.3% de la población en edad de trabajar (PET), mientras que la PEA ocupada a 90.6% de la PEA. O sea, 4.6 millones de personas (de 5.1 millones de la PEA y 8.0 millones de la PET), que lo sitúa en niveles más cercanos al 66.9% de la PET y 94.0% de la PEA o 4.9 millones de personas del mismo trimestre en 2019. Esto nos muestra que estamos lejos de la grave caída en ocupación y actividad del mismo trimestre en 2020 donde la ocupación fue de 2.9 millones de personas de una PEA de 3.5 millones, uno de los puntos más bajos en la pandemia.
Sin embargo, si comparamos el empleo actual con el previo a la pandemia, la recuperación de la ocupación ha sido menor para jóvenes (variación de -7.4% entre personas de 14 a 44 años, frente a 0.8% entre personas de 45 a más años) y mujeres (-9.6% frente a -0.9% entre hombres), para trabajadores más calificados (-10.5% entre trabajadores con educación frente a -1.1% entre trabajadores con educación secundaria y 3.6% entre trabajadores con educación primaria), y en medianas y grandes unidades productivas (-18.8% y -19.3% respectivamente frente a 4.3% en aquellas con 1 a 10 trabajadores).
Y si bien los niveles de aseguramiento en salud de la población ocupada se han recuperado (variación de 3.4%), esto se explica por el aseguramiento en el Seguro Integral en Salud (variación de 52.2%) y no en EsSalud (-18.5%), y los ocupados no asegurados continúan siendo la tercera parte del total de ocupados. Asimismo, los niveles de empleo adecuado son menores (-23.2%) y los de subempleo mayores (principalmente el del subempleo por ingresos: 41.4%), problema transversal para toda actividad y tamaño de empresa, que también afecta más a jóvenes y mujeres.
Así, la recuperación está marcada por la generación de empleo informal, de baja productividad y de peor calidad. Dicha situación hace urgente no solo el impulso de programas de empleo temporal, como Trabaja Perú, sino de políticas de empleo formal de largo plazo orientadas a la generación de empleo productivo y de calidad, en un contexto de pandemia que ante nuevas variantes del coronavirus y la dificultad de la inmunidad colectiva nos acompañará por buen tiempo. En este escenario, se requiere liderazgo político y acuerdos amplios que superen el actual estado de crispación e incertidumbre política.