Profesor de Derecho Administrativo – Universidad de Piura
A inicios de año se publicó el Decreto de Urgencia N° 002-2020, esta norma lo que pretende es aplicar el modelo Sunedu de condiciones básicas de calidad solo a la educación escolar privada. Aun cuando se puede criticar la constitucionalidad del decreto (porque excede la materia económica y no aplica las mismas condiciones a los colegios públicos) es importante analizar, si en el escenario actual, es oportuno aplicarlo.
Veamos las cifras oficiales (Escale – Minedu). En el 2019 había un total de 8.2 millones de alumnos en la educación básica. El 25% (2.1 millones) se encuentra en colegios privados. El 50% de esos alumnos paga una pensión menor a S/200; el 6%, mayor a S/500 y el 1%, mayor a S/1,000. El grueso del alumnado se encuentra en la gran capital. Así, Lima y Callao tienen casi la mitad de alumnos (1.2 millones) en escuelas privadas. En el resto del país, siguen Arequipa, La Libertad, Piura y Junín.
Recientemente, Edgar Palomino, de la Asociación de Colegios Privados del Perú, precisó tres datos adicionales. El primero es que la mayoría de estos colegios son pequeños. Mencionó que 9000 escuelas tienen en promedio menos de 31 alumnos cada una. Además, señaló que 2,000 colegios ya han sido afectados por los efectos económicos de la pandemia. Según el Ministerio de Educación, al mes de julio ya se han realizado 110,000 traslados de escuelas privadas a públicas y hay 125 000 solicitudes de padres de familia que no pueden seguir financiando la educación de sus hijos. Palomino proyecta que a fin de año sean 5000 colegios afectados y lleguemos a 250,000 posibles traslados.
No es difícil suponer que el grueso de los colegios, que se han afectado en esta pandemia, son los pequeños. Aun cuando esto debe comprobarse estadísticamente, parece que la pandemia ha barrido con estos porque tienen menores medios económicos para subsistir y menor calidad. En ese sentido, la finalidad del D.U. N° 002-2020 se ha cumplido más que por la eficacia de la ley, por los efectos económicos del COVID-19.
¿Qué le queda al Minedu? En el corto plazo, deberá fortalecer la educación pública, que recibirá posiblemente 250,000 alumnos más a fines de año. En el largo plazo, ha de pensar una estrategia para promover instituciones privadas. Obviamente, deberá buscar formas asociativas o societarias que permitan obtener recursos para las condiciones necesarias que requiere un colegio. De igual forma, debe plantear las condiciones básicas de calidad en igualdad, tanto para los colegios públicos y los privados.