Por Octavio Espinosa
En la revista Caretas de fecha 19 de febrero pasado se publicó un artículo bajo el título “Viña chilena le gana a Perú la marca ‘pisco’ en Reino Unido”. Sabemos que los títulos de algunos artículos periodísticos pueden ser imprecisos o erróneos. Sin embargo, en este caso el asunto se agrava por cuanto la situación de la denominación de origen (DO) peruana PISCO en Europa ya es complicada de por sí.
Conviene entonces aclarar la situación. En primer lugar, hay que diferenciar una ‘marca’ de una ‘denominación de origen’. Ninguna viña chilena le ha ganado el Perú la ‘marca’ Pisco porque ‘Pisco’ no es una marca sino una denominación de origen (o una indicación geográfica).
También es necesario recordar que en Chile el nombre ‘Pisco’ es una denominación origen reconocida en ese país para designar una bebida alcohólica producida en una región de Chile especificada por la legislación chilena. La génesis de esta denominación chilena homónima y su malhadada adopción y uso por los productores vinícolas chilenos ha sido analizada y comentada abundantemente. Lo cierto es que actualmente Chile se presenta al mundo no solo como productor de vinos sino como productor de un aguardiente de uva al que llama ‘Pisco’. En sus negociaciones comerciales bilaterales, Chile presenta su denominación ‘Pisco’ junto con otras denominaciones chilenas y consigue su aceptación por terceros países. Esto es lo que ocurrió con el acuerdo bilateral de comercio concluido entre Chile y la Unión Europea en el año 2002.
Evidentemente, el Perú también ha conseguido el reconocimiento formal de la DO ‘PISCO’ en la Unión Europea como denominación de un aguardiente de uva procedente del Perú. Pero entonces, ¿la Unión Europea reconoce la misma denominación ‘Pisco’ simultáneamente en favor del Perú y de Chile para productos sucedáneos? Efectivamente. Los europeos han optado por autorizar una coexistencia de ambas denominaciones de origen ‘Pisco’ dentro de su mercado, de modo que ninguno de los dos pueda excluir al otro.
Finalmente, también hay que explicar que, tanto en Perú como en Chile, son varias las empresas autorizadas en sus respectivos países para producir y vender ‘Pisco’. Naturalmente, cada empresa usa sus propias marcas para distinguir su ‘Pisco’ y diferenciarlo del ‘Pisco’ de sus competidores. Por ejemplo, en el Perú, las empresas Tacama, Vista Alegre, Queirolo, Sarcay de Azpitia, Biondi, etc. producen diversos ‘Piscos’ y les aplican una o más marcas para distinguirlas. Además, esas empresas registran sus marcas de ‘Pisco’ para protegerlas legalmente contra cualquier copia o uso no autorizado. Pues las empresas chilenas productoras del ‘pisco’ en Chile hacen lo mismo: usan sus respectivas marcas y las registran.
Esto es lo que hizo la empresa vinícola chilena Santa Rita: solicitó en el Reino Unido el registro de una marca conformada por la etiqueta de su botella de ‘pisco’. La marca está conformada principalmente por el signo “1733” pero, por tratarse de una marca mixta y compleja, también incluye otras leyendas como el nombre ‘Pisco’. El Perú se opuso a este registro, a través del INDECOPI y la Embajada del Perú en Londres. Sin embargo, la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido aplicó la normativa europea y decidió que la empresa Santa Rita de Chile tenía el derecho de incluir la palabra ‘Pisco’ en la marca (etiqueta) que usa para distinguir su producto ‘pisco’ fabricado en Chile.
Vemos entonces que Chile no le ha ‘ganado’ ninguna marca al Perú. La marca “1733 y etiqueta” siempre le perteneció a la empresa chilena, y el Perú no estaba reivindicando esa marca. El Perú solo quería que no se le llamara ‘Pisco’ a un aguardiente de uva producido en Chile. Esta pretensión no prosperó porque en Europa la decisión política tomada hace varios años ha sido que tanto las empresas del Perú como las de Chile pueden usar la denominación ‘Pisco’ en el mercado europeo.
Ahora los productos ‘Pisco’ de ambas procedencias tendrán que competir por la preferencia del público consumidor en ese mercado.