Las condiciones de aire frío y viciado permitieron que las partículas de coronavirus recorrieran más de 8 metros (26 pies) en un matadero alemán, según un estudio, lo que ofrece una idea de cómo las plantas de carne se convirtieron en epicentros de contagios en todo el mundo.
Investigadores reconstruyeron la causa probable del brote en un matadero perteneciente a Toennies Group, ubicado en en Rheda-Wiedenbrueck, donde cerca de 1,500 trabajadores contrajeron el virus. Condiciones similares en otras plantas a nivel mundial son una de las razones por cuales se han convertido en epicentros del virus, según el informe de grupos como el Centro Helmholtz para la Investigación de Infecciones.
Plantas de carne desde Estados Unidos hasta el Reino Unido y Sudamérica han experimentado una rápida propagación del virus, contagiando a miles de empleados que a menudo trabajan a muy poca distancia entre sí en las líneas de procesamiento.
Docenas de trabajadores han muerto, y grupos de defensa laboral han dicho que la falta de distanciamiento social podría continuar poniendo a más personas en riesgo. Hace unos meses, brotes similares también obligaron a plantas de carne estadounidenses a cerrar, lo que provocó una escasez de proteínas.
Mientras tanto, China está acelerando un proceso para realizar pruebas a importaciones de alimentos fríos para detectar el virus. Si bien expertos científicos de todo el mundo dicen que la probabilidad de transmisión a través de los alimentos es extremadamente baja, el país asiático ha impuesto prohibiciones a la exportación en algunos mataderos con casos del virus, lo que aumenta la urgencia de contener la enfermedad.
Es probable que el brote en Toennies haya partido con un empleado en mayo y se haya transmitido en gran medida en el área de desposte de la planta, donde las temperaturas en las salas se mantienen a 10 °C (50 °F). En esa instalación, el aire frío circulaba sin ser frecuentemente renovado, lo que, sumado a condiciones de trabajo extenuantes, ayudaba a las partículas a trasladarse grandes distancias, dijo Adam Grundhoff, coautor del estudio.
“Es muy probable que estos factores generalmente desempeñen un papel fundamental en los brotes globales en plantas de procesamiento de carne o pescado”, dijo Grundhoff, líder del grupo de investigación del Instituto Heinrich Pette, Instituto Leibniz para Virología Experimental. En estas condiciones, una distancia de 1.5 a 3 metros entre los trabajadores no es suficiente para evitar la transmisión, dijo.
La planta de Toennies –el matadero de carne de cerdo más grande de Alemania– reabrió la semana pasada después de permanecer cerrada durante todo un mes y planea aumentar gradualmente la producción. La compañía, que publicó en Twitter un enlace que redirige al informe de investigación, también lanzó recientemente un plan de 25 puntos detallando las medidas que está realizando para prevenir nuevos brotes.
Estas incluyen realizar pruebas a los empleados dos veces por semana, contratar trabajadores directamente y monitorear la ventilación.
Los hallazgos del informe muestran que ninguna fábrica en todo el mundo fue construida para una crisis de este tipo. La compañía ha invertido en filtros de aire y otros mecanismos para proteger a los empleados, dijo un portavoz de Toennies por correo electrónico.
La investigación no plantea que las condiciones de vivienda –que a menudo también han sido consideradas como uno de los factores importantes en los brotes– hayan desempeñado un papel significativo en la propagación inicial de la enfermedad.
“La gran pregunta ahora es bajo qué condiciones se posibilita la transmisión en distancias más largas en otras áreas de la vida”, dijo Melanie Brinkmann, líder del grupo de investigación del centro Helmholtz.