La tecnología publicitaria de Google está en la mira de los editores más grandes de Europa que quieren que los reguladores de la Unión Europea ordenen cambios “significativos” en la forma en que el gigante de las búsquedas vende anuncios.
El Consejo Europeo de Editores (EPC, por sus siglas en inglés), entre cuyos miembros se cuentan Axel Springer SE y News UK & Ireland Ltd., de Rupert Murdoch, quiere que su acusación antimonopolio se incorpore a una investigación de la Comisión Europea iniciada el año pasado para determinar si Google pudiese estar favoreciendo ilegalmente su propia tecnología de publicidad gráfica en línea.
Por otra parte, el viernes, Google llegó a un acuerdo con los reguladores antimonopolio del Reino Unido que pone fin a una investigación sobre cambios en el seguimiento de anuncios iniciada a raíz de una queja de firmas editoras y de publicidad. La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido dijo que supervisará atentamente los compromisos de la empresa que se aplicarán a nivel mundial.
Cada vez más, investigadores antimonopolio de todo el mundo están examinando la “caja negra” de la publicidad en línea, donde Google calcula y ofrece automáticamente espacios publicitarios y precios a anunciantes y editores cuando un usuario hace clic en una página web.
El gasto en publicidad digital alcanzó alrededor de US$20.000 millones de euros (US$24.000 millones) en la UE en 2019, según la Comisión Europea, y Google ya ha recibido antes multas de la UE por más de US$9.000 millones.
“Hacemos un llamado a la comisión para que tome medidas concretas en este momento que realmente rompan el dominio que Google tiene sobre todos nosotros”, dijo el viernes Christian Van Thillo, presidente del EPC, en un comunicado.
Una disposición antimonopolio de la UE debería ser “más drástica” que un compromiso “insuficiente” que hizo Google para cerrar una investigación francesa también impulsada por acusaciones de editores, indicó el consejo, que no precisó qué cambios específicos buscaban.
Google dijo en un comunicado que los editores “se quedan con la mayoría de los ingresos” de la publicidad digital y que “cada año pagamos miles de millones de dólares directamente a los socios editores de nuestra red publicitaria”.
El gigante de las búsquedas dijo el viernes que ha estado trabajando en estrecha colaboración con los reguladores del Reino Unido y que está tratando de mejorar la privacidad en la web mediante el reemplazo de las llamadas cookies, que son softwares que rastrean a los usuarios. Google alcanzó un acuerdo con el Reino Unido que cubrirá su nuevo programa Topics, que reemplazará a las cookies y, en su lugar, rastreará a los usuarios categorizando a las personas según amplias áreas de interés.
El caso del Reino Unido aborda un lado de una larga disputa entre las firmas editoras y Google, debido a que los ingresos por publicidad han migrado hacia internet. La nueva acusación de los editores ante la UE señala que el sistema de anuncios de Google está plagado de conflictos de intereses, ya que representa tanto a compradores como a vendedores de anuncios.
“Google se ha aprovechado una y otra vez de su posición para priorizar sus propios intereses a expensas de los mismos clientes a los que se supone que debe servir”, indicó EPC.