Los bancos europeos podrían necesitar hasta 400,000 millones de euros (US$ 442,000 millones) de reservas de capital para cumplir con las nuevas normas destinadas a fortalecer el sistema financiero mundial ante el riesgo de pérdidas futuras, según un estudio encargado por la asociación bancaria de la Unión Europea.
Con arreglo a las nuevas normas, conocidas como Basilea III, se impondría un límite mínimo a las divergencias entre los colchones de capital del banco calculados según los propios modelos de riesgo de cada entidad de crédito y los niveles en los que se situarían con arreglo a modelos más conservadores.
El objetivo de la normativa de Basilea III, que la UE pactó con Estados Unidos, es aumentar la capacidad de los bancos para resistir las turbulencias financieras.
El estudio realizado por Copenhagen Economics fue encargado por la Federación Bancaria Europea y una coalición de asociaciones bancarias nacionales para analizar el impacto de Basilea III antes de que se conviertan en leyes en Europa. El "lobby" bancario de Italia facilitó una copia del estudio.
El informe también advirtió sobre el impacto en la economía real, diciendo que las nuevas normas se traducirían en mayores costos de endeudamiento para los hogares y las empresas.
Incluso después de contabilizar una mejoría marginal en el crecimiento de la producción de un sistema financiero más seguro, el estudio apunta a un costo neto en términos de pérdida de crecimiento equivalente al 0.4% del Producto Bruto Interno como consecuencia de una disminución de las inversiones.
El comisario de Finanzas de la UE, Valdis Dombrovskis, que recientemente expresó su preocupación por el riesgo de un aumento significativo de los requisitos de capital de los bancos en virtud de las nuevas normas, dijo la semana pasada que la Comisión Europea tenía la intención de presentar una propuesta en el segundo trimestre del 2020 para convertir esas nuevas normas en leyes de la UE.
La Autoridad Bancaria Europea dijo en julio que los principales bancos europeos podrían enfrentarse a un déficit colectivo de capital de 135,000 millones de euros —es decir, 24.4% más que sus niveles actuales de capital de la máxima calidad—, a fin de cumplir con las nuevas normas mundiales de capital para el 2027.