El reciente aumento de la inflación presenta el riesgo de hacer mella en el acelerado crecimiento del gasto que ha impulsado la recuperación económica de Estados Unidos durante la pandemia, al menos a corto plazo.
Ésa es la conclusión a la que llegaron algunos economistas a partir de la inesperada caída en la confianza del consumidor publicada el viernes, impulsada principalmente por los temores sobre el alza de los precios. Una caída a principios de noviembre puede presagiar una moderación del consumo en los próximos meses.
“En el corto plazo, la escasez y los precios deberían restringir el gasto ajustado a la inflación”, dijo la economista de Bloomberg Eliza Winger en una nota. “De cara al futuro, el riesgo es enorme, los aumentos de precios persistentes se interiorizan en la mentalidad de los consumidores sobre la inflación”.
La medida de la confianza de la Universidad de Michigan disminuyó este mes más allá de todos los pronósticos. Y el informe mostró que las condiciones de compra de artículos para el hogar también se deterioraron drásticamente y cayeron a la segunda lectura más baja en los datos compilados desde 1978.
Uno de cada cuatro encuestados dijo que la inflación había reducido sus niveles de vida, y más consumidores notaron un aumento en los precios de las casas, vehículos y bienes duraderos. Ese es un cambio notable con respecto de mes anterior, cuando uno de cada cinco mencionó un deterioro en el nivel de vida.
Una investigación publicada a principios de octubre argumentó que la disminución de las expectativas de los consumidores sugiere que la economía está en recesión, aunque el crecimiento del empleo y los salarios indiquen lo contrario.
Mientras que los salarios están aumentando a un ritmo récord a medida que las empresas se esfuerzan por atraer nuevos empleados, la inflación está erosionando el poder adquisitivo.
Aun así, muchos hogares estadounidenses siguen inundados de efectivo proveniente de los ahorros acumulados durante la pandemia. Incluso cuando la ayuda pandémica expiró y los precios están subiendo, hay mucha demanda reprimida antes de la temporada navideña, especialmente de familias de mayores ingresos.
“Nos sorprendería que a esta caída de la confianza le siga una moderación del gasto, que en última instancia es lo que importa”, escribió en una nota Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.