La abrupta alza de los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) y las promesas de mayores aumentos alimentan las advertencias de que la única salida al azote de la inflación en Estados Unidos es una recesión.
La Fed sigue esperanzada en poder frenar la actividad y la demanda, enfriando el vertiginoso ritmo de la inflación, sin hacer descarrilar a la mayor economía del mundo. Pero crece el escepticismo sobre las posibilidades de éxito.
El banco central estadounidense subió el miércoles las tasas de interés de referencia en tres cuartos de punto, la mayor alza en casi 30 años, e indicó que es posible que se produzca un alza similar en julio.
El severo aumento se produjo cuando la Fed enfrenta una intensa presión para frenar la subida de los precios de la gasolina, los alimentos y la vivienda, que ha dejado a millones de estadounidenses con dificultades para llegar a fin de mes y ha hecho desplomar los índices de aprobación del presidente Joe Biden.
La Fed subió el principal tipo de interés un 1.5% desde marzo mientras que la invasión rusa de Ucrania y los actuales problemas de la cadena de suministro derivados de la pandemia de COVID se unieron para elevar los precios a su mayor ritmo en más de cuatro décadas.
“Esencial”
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que la recesión no es la meta, pero bajar la inflación “expeditamente” es “esencial” dado que es algo vital para una economía saludable.
Pero Kathy Bostjancic, economista jefe de Oxford Economics en Estados Unidos, advirtió que “se hace muy difícil enhebrar esa aguja”.
La Fed necesitará un escenario en el cual “muchas cosas estén en su lugar en el momento adecuado”, manifestó.
La buena salud del mercado laboral y la fuerte demanda de los consumidores, ayudada por una sólida reserva de ahorros, juegan a favor de Fed y podrían apoyar la actividad incluso cuando la economía se enfríe.
Tras la decisión de la Fed, las tasas hipotecarias se dispararon a su nivel más alto en 13 años, y la media de un préstamo hipotecario a 30 años y a tipo fijo alcanzó el 5.78%.
Los conductores todavía se enfrentan en el surtidor a precios de la gasolina de más de US$ 5 el galón, aunque por primera vez en días, la media nacional bajó el miércoles, por debajo del récord del martes.
“Mis colegas y yo somos muy conscientes de que la alta inflación impone importantes dificultades, especialmente a los que menos pueden hacer frente a los mayores costos de productos esenciales como la comida, la vivienda y el transporte”, dijo Powell tras el anuncio de la subida de las tasas.
Mayor desempleo
Con el giro hacia la priorización del endurecimiento agresivo de las condiciones crediticias -que los responsables de la política económica ven aumentar hasta 3.8% el próximo año- por ahora lo mejor que podría esperar la Fed es un aterrizaje “suave”, que incluiría un aumento del desempleo.
La economía siguió creando puestos de trabajo. La tasa de desempleo en mayo fue de 3.6%, levemente por encima de su nivel previo a la pandemia, y hay casi dos ofertas de trabajo por cada desempleado, frente a las 1.3 de antes del COVID.
Powell dijo que “una tasa de desempleo de 4.1% con una inflación en camino a 2%, sería un resultado exitoso”.
Pero subrayó que “los acontecimientos de los últimos meses elevaron el grado de dificultad” para lograr un aterrizaje suave, y probablemente “dependerá de factores que no controlamos”.
Sin embargo, un aumento de medio punto en la tasa de desempleo puede mostrar el inicio de una recesión; que suele definirse como dos trimestres de crecimiento negativo.
Diane Swonk, de la consultora Grant Thornton, calificó de “fantasiosas” las perspectivas de la Fed.
Mayores riesgos
Steve Englander, del Standard Chartered Bank y otrora economista de la Fed, no espera una recesión y dijo que el desempleo podría no tener que aumentar tanto para alcanzar las metas de la Fed.
Pero el banco central deberá reducir la demanda, y “será doloroso, aunque no sea una recesión técnica”, apuntó. “El riesgo de recesión está aumentando y lo hace de forma rápida”, agregó.
Sin embargo, es un riesgo que la Fed está dispuesta a asumir, ya que ha hecho de la lucha contra la inflación su prioridad.
Bostjancic cree aún posible un aterrizaje suave, pero advirtió que si no se adoptan medidas contundentes para contener los precios, Estados Unidos podría enfrentarse a una estanflación -crecimiento inferior o negativo con una inflación elevada-, algo que se vio por última vez en las décadas de 1970 y 1980.
“A la Fed le preocupa que si no se atiende la inflación ahora, habrá de perdurar y será un problema durante muchos años”, advirtió.