En las ultimas semanas se han agudizado los temores sobre el inicio de una nueva crisis económica en Europa. Según, Juan Carlos Martínez-Lázaro, profesor de IE Business School, el crecimiento previsto para este año en la Eurozona se ha visto significativamente a la baja, hasta el punto de que el Banco Central Europeo ha postergado la subida de los tipos de interés, al menos hasta diciembre, y ha anunciado nuevas inyecciones de liquidez para la banca.
En Estados Unidos, aunque la economía sigue creciendo a ritmos cercanos al 3% y esta próxima a igualar y superar su ciclo expansivo más longevo, diez años seguidos creciendo, también hay miedo de que este ciclo expansivo este próximo a su fin.
El agotamiento del impulso proveniente de la reforma fiscal que se implantó el año pasado y los temores a una guerra comercial han contribuido a extender el pesimismo. Pero lo que más ha encendido las alarmas ha sido que la curva de tipos de interés de Estados Unidos se ha invertido parcialmente durante la última semana de marzo.
"Todas las recesiones de la economía norteamericana en los últimos cincuenta años han venido precedidas de una inversión de la curva de tipos de interés. Estas siempre han empezado entre los nueve y veinticinco meses desde que se invirtió la curva, lo que sitúa a la media en unos catorce meses. Es decir, que si se cumpliese esta media podríamos hablar de un inicio de la recesión hacia el verano del 2020", señala el especialista.
¿Entrará la economía de EE.UU. a una fase de recesión?
No necesariamente, comenta Juan Carlos Martínez-Lázaro, profesor de IE Business School, ya que si bien es verdad que todas las ultimas recesiones han venido antecedidas por una inversión de la curva, ha habido varias ocasiones en las que esta se ha invertido y la economía norteamericana no ha entrado en recesión.
Además, comenta que muchos expertos piensan que debido a las masivas inyecciones de liquidez derivadas de los programas de expansión cuantitativa que han aplicado los bancos centrales, se han producido distorsiones en los mercados de deudas que invalidarían esta teoría.
"En cualquier caso, en los últimos días la curva norteamericana de tipos de interés se ha aplanado y se ha generado una pendiente levemente positiva, lo que podría interpretarse en que la economía norteamericana sufriría una desaceleración, pero sin llegar a entrar en recesión", sentencia Martínez-Lázaro.