Fiscales estadounidenses acusaron a un contratista venezolano por lavado de dinero al sobornar a funcionarios de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para obtener contratos con sobreprecio y ocultar las ganancias en Estados Unidos.
Los cargos son los más recientes en una extensa investigación estadounidense sobre corrupción en la petrolera venezolana, alguna vez una poderosa compañía pero que enfrenta el desplome de su producción en los últimos años, lo que ha profundizado la crisis económica de la nación sudamericana.
En una denuncia presentada el viernes, los fiscales federales del Distrito Sur de Florida alegaron que Leonardo Santilli recibió casi US$ 150 millones de empresas conjuntas en la Faja Petrolífera del Orinoco entre el 2014 y 2017 en contratos para suministrar equipos.
En esas empresas PDVSA ostenta la mayoría accionaria.
Los fiscales denunciaron que en al menos tres casos, las empresas conjuntas pagaron a Santilli cuatro o cinco veces los precios del mercado por los bienes que entregó, según registros bancarios.
La fiscalía también detalló millones de dólares en sobornos que Santilli supuestamente pagó a los funcionarios de las empresas mixtas para ganar los contratos, citando correos electrónicos, registros bancarios y entrevistas con testigos confidenciales, incluidos algunos empleados de PDVSA que reconocieron haber recibido sobornos.
Reuters no pudo comunicarse inmediatamente con Santilli para hacer comentarios y ningún abogado estaba incluido en los registros de la corte. PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Santilli intentó lavar las ganancias a través de cuentas bancarias de Florida, y las autoridades confiscaron en el 2018 unos US$ 44.7 millones de sus fondos, dijeron los fiscales.