Las acciones en auge, las inversiones “memes” impulsadas por internet y la caja negra del financiamiento de los fondos de cobertura plantean riesgos crecientes a medida que la economía estadounidense emerge de la pandemia de coronavirus y aumenta el apetito de los inversores, advirtió la Reserva Federal (Fed) en su último informe sobre estabilidad financiera.
“Con los inversores entusiasmados por expectativas de un fuerte repunte, es importante seguir de cerca los riesgos al sistema y garantizar que el sistema financiero sea resistente”, dijo la gobernadora Lael Brainard en un comunicado publicado junto con el informe semestral de la Fed, que reiteró algunas preocupaciones de larga data y destacó otras nuevas.
Los bienes raíces comerciales siguen siendo potencialmente vulnerables, afirmó la Fed, particularmente después de una pandemia que puede atenuar la demanda de espacio para oficinas, y las empresas y los hogares “siguen bajo una presión considerable” debido al impacto del virus.
De preocupación emergente: la posibilidad de una rápida reversión de las recientes alzas del mercado bursátil, la capacidad probada de las redes sociales para hacer subir y bajar los precios de las acciones con rapidez, y las preocupantes implicaciones para la gestión de riesgos cuando Archegos Capital Management quebró y provocó pérdidas en varios grandes bancos.
La Fed también destacó la necesidad de “arreglos estructurales” en los fondos del mercado monetario que enfrentaron una serie de rescates al inicio de la pandemia y debían incluirse en los programas de préstamos de emergencia del banco central.
“Las vulnerabilidades asociadas con la transformación de la liquidez en estos fondos siguen siendo prominentes”, concluyó la Fed, refiriéndose al hecho de que los fondos ofrecen a los inversores la capacidad de retirar dinero más rápido de lo que se pueden vender los activos subyacentes del fondo.
Dado lo ocurrido el año pasado, la situación es en muchos aspectos mejor de lo que se temía al inicio de la pandemia.
Por ejemplo, los impagos hipotecarios por parte de los propietarios están por debajo de los niveles pre-pandémicos ante el apoyo fiscal implementado para las familias; la deuda empresarial en general es alta, pero las ganancias sólidas, y las tasas bajas y el apoyo del gobierno “han aumentado la capacidad de las empresas para cumplir con estas obligaciones”.
Los bancos, además “se mantienen bien capitalizados”.
Riesgos a corto plazo
Sin embargo, el informe presentó una serie de riesgos potenciales a corto plazo para el sistema financiero en caso de que la pandemia empeore y frustre la recuperación.
Los precios de los activos podrían caer, poniendo en peligro particularmente a las compañías de seguros de vida y fondos de cobertura altamente apalancados. Los fondos del mercado monetario podrían ver corridas y la tensión de la plaza financiera podría interactuar con los potenciales riesgos de los nuevos sistemas de pagos digitales, según el informe.
Si Europa no puede contener el virus y los programas fiscales no dan el apoyo suficiente para compensar los efectos negativos, algunas importantes instituciones financieras de la región podrían incurrir en “pérdidas crediticias notables” y, a su vez, afectar la economía y el sistema financiero de Estados Unidos, advirtió el informe.
Las tensiones en los mercados emergentes también podrían extenderse al país.
Las ganancias de empresas se han recuperado ampliamente este año, pero el alza del precio de las acciones ha superado la mejora de las perspectivas de utilidades.
Eso aumentó el ratio precio-beneficio -una métrica de valoración clave- a niveles elevados y generó preocupación entre las autoridades monetarias sobre los comportamientos de “búsqueda de rendimiento” entre inversores y operadores.
En su informe de noviembre, la Fed advirtió que Estados Unidos aún podría enfrentar una ola de impagos de deuda y “caídas significativas” en los precios de los activos debido a la pandemia y la recesión. Hasta ahora, eso no ha sucedido.