Estados Unidos obtuvo información de inteligencia que indica que el gobierno de Rusia desarrolló un plan para realizar un falso ataque a sus fuerzas en territorio ruso a fin de contar con un pretexto para una acción militar contra Ucrania, informó el jueves un funcionario de alto rango del gobierno del presidente Joe Biden.
El plan incluía la producción de un video de propaganda que mostraría explosiones escenificadas y utilizaría cadáveres y actores que representarían a los heridos, según el funcionario, que no estaba autorizado a comentar públicamente al respecto y que habló bajo condición de anonimato.
El plan, que fue revelado en información de inteligencia desclasificada compartida con las autoridades ucranianas y con los aliados europeos en los últimos días, es la acusación más reciente por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña acerca de que Rusia está planeando emplear evidencia falsa como pretexto para iniciar una guerra contra Ucrania.
En diciembre, la Casa Blanca acusó a Rusia de desarrollar un operativo llamado de “bandera falsa” a fin de justificar una invasión. Recientemente, Gran Bretaña nombró a ucranianos específicos a los que acusó de tener vínculos con funcionarios de inteligencia rusos que planeaban derrocar al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Estados Unidos también publicó un mapa de ubicaciones del ejército ruso y detalló cómo creen los funcionarios que Rusia tratará de atacar Ucrania con hasta 175,000 soldados.
Estados Unidos no ha brindado información detallada que respalde los hallazgos de inteligencia. El funcionario indicó que el gobierno de Biden está preparando un esfuerzo concentrado para hacer pública la información con la esperanza de que disuada a Rusia de seguir adelante con una invasión de Ucrania.
A la Casa Blanca le preocupa que el video, si se publica, pueda proporcionar al presidente ruso Vladimir Putin “la chispa” que consideran que está buscando para poner en marcha una acción militar con una justificación creíble.
Estados Unidos reveló la información mientras el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ofrecía a mediar en las conversaciones entre Rusia y Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) advertía que Moscú sigue acumulando fuerzas, con más soldados y equipos militares desplegados en la vecina Bielorrusia que en cualquier otro momento de los últimos 30 años.
Erdogan, quien era cercano con Putin, pero que en ocasiones tuvo una relación complicada con el mandatario ruso, afirmó que Turquía estaba “dispuesta a asumir su parte para poner fin a la crisis entre dos naciones amigas que son sus vecinas en el mar Negro”.
En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó el jueves su preocupación de que Rusia siga movilizando tropas en torno a Ucrania y ahora tenga su mayor despliegue de soldados y equipamiento militar en Bielorrusia de los últimos 30 años.
Rusia tiene ahora más de 100,000 soldados desplegados cerca de las fronteras norte y este de Ucrania, lo que plantea la posibilidad de que Moscú invada el país como hizo en el 2014 y desestabilice la economía ucraniana. Las autoridades rusas niegan tener planes de invasión.