El gobierno del presidente Joe Biden está dispuesto a ir adelante con una prohibición de las importaciones de petróleo ruso a Estados Unidos incluso sin la participación de sus aliados en Europa, tras la invasión rusa sobre Ucrania, dijeron a Reuters dos personas familiarizadas con el asunto.
Se espera que el presidente Joe Biden tenga una videoconferencia con los líderes de Francia, Alemania y el Reino Unido el lunes, mientras su Gobierno sigue buscando su apoyo para la prohibición de las importaciones.
La Casa Blanca también está negociando con los líderes del Congreso que están trabajando en una ley rápida que prohíba las importaciones rusas, una medida que está obligando a la administración a trabajar en un plazo acelerado, dijo una fuente a Reuters.
Un alto funcionario estadounidense declaró a Reuters que no se ha tomado ninguna decisión final, pero que “es probable que sólo Estados Unidos lo haga”.
Los precios del petróleo se han disparado a sus niveles más altos desde el 2008 debido a los retrasos en el posible regreso del crudo iraní a los mercados mundiales y a que Estados Unidos y los aliados europeos se plantean prohibir las importaciones rusas.
Europa depende de Rusia para el crudo y el gas natural, pero se ha abierto a la idea de prohibir los productos rusos.
Estados Unidos depende mucho menos del crudo y los productos rusos, pero una prohibición contribuiría a hacer subir los precios y a perjudicar a los consumidores estadounidenses, que ya están viendo valores récord en las gasolineras.
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, afirmó en una carta el domingo que su cámara está “explorando” una legislación para prohibir la importación de petróleo ruso y que el Congreso tiene la intención de promulgar esta semana una ayuda de US$ 10,000 millones para Ucrania en respuesta a la invasión militar por parte de Moscú.