“Estados Unidos debe considerarse a sí mismo como parte de América Latina”, subraya la historiadora estadounidense Carrie Gibson.
La editorial Edaf ha publicado en español “El Norte”, el libro en el que Gibson relata “la epopeya olvidada de la Norteamérica hispana”.
Un relato en el que esta autora afincada en Londres aborda una historia muchas veces “ignorada o marginada”, por lo que ve “una imperiosa necesidad de hablar de la historia hispánica de los Estados Unidos”.
Un viaje por el norte
El Norte es como se refieren a Estados Unidos sus vecinos del sur, como México. El relato histórico ha tendido a contar por separado el legado hispano en cada país, pero este libro ahonda en su viaje en común.
“Los españoles son parte de la historia de Estados Unidos, igual que son parte de la historia de México y México es parte de la historia de Estados Unidos, hay un enlace grande entre los tres”, explica durante una visita a Madrid.
La autora, descendiente de europeos, sentencia que “la importancia del paso de los españoles hace que los estadounidenses tengan que aceptar que comparten parte de su historia con sus vecinos del sur”.
“El Norte” recorre ese legado desde la llegada del conquistador Ponce de León a Florida en 1513, en un viaje por la inmensa geografía estadounidense que durante siglos fue parte del imperio español, desde California a Texas.
Esa herencia es quizás mejor conocida en México, que perdió la mitad de su territorio en guerras con Estados Unidos, que en el vecino del norte, observa.
En Estados Unidos “está en la memoria” por ejemplo el apoyo de los franceses en la guerra de independencia contra Inglaterra, mientras está “casi olvidado” en el caso de la ayuda de los españoles, comenta.
“Cuba fue muy importante durante mucho tiempo para Estados Unidos”, resalta para citar que desde La Habana los españoles enviaron tropas y Bernardo de Gálvez fue decisivo en la batalla de Pensacola.
La historia de Texas que se aprende en Estados Unidos es diferente a la que se estudia en México, pues por ejemplo se olvida que en el vecino del sur se abolió la esclavitud mucho antes que en el norte, cita también.
Sin olvidar a países como Puerto Rico, que también forma parte del devenir histórico de El Norte.
Hispano o latino en Estados Unidos
Son algunos de los muchos ejemplos del peso de lo hispano en la historia estadounidense, aunque con el paso de los siglos su “papel tan importante” se ha ido olvidando, apunta.
Gibson utiliza “hispano” al hablar de la conexión de Estados Unidos con España, aunque el término “latino” se ha ido extendiendo entre muchos estadounidenses para diferenciar a todo el que no sea blanco, “pero no es correcto”.
Este libro pretende dar luz sobre este tipo de ideas, pues aunque los españoles dominaron un territorio inmenso fueron pocos comparados con los anglosajones que llegaron después, cuya historia es la que ha predominado.
Frente a mensajes como el del expresidente Donald Trump, - “somos una nación de blancos” -, sus páginas reivindican la importancia de que quienes no por tener otro color de piel o hablar español son menos estadounidenses.
“Hay mucha gente que no sabe la historia, entonces no puede ver la conexión”, advierte la historiadora, que ha trabajo como periodista para medios como los británicos The Guardian o BBC.
La edición en inglés, de hace dos años, ayudó a que mucha gente ahora quiera “aprender esta historia, y también ojalá en España” con la traducción de Edaf. Gibson concluye: “España es parte de El Norte”.