Uber y Lyft están emergiendo de la pandemia como empresas más magras y de menor costo, con una ganancia operativa largo tiempo esquiva y el poder inesperado de elevar los precios sin irritar a los pasajeros.
Las tarifas de las aplicaciones de transporte han trepado a niveles sin precedentes este año por la escasez de conductores. Para alegría de las empresas, los pasajeros parecen imperturbables hasta ahora, volviendo en masa a las plataformas en números cada vez mayores.
“Creo que, en general, hay más poder de fijación de precios de lo que nadie se imaginó que existía en la industria”, dijo el director financiero de Lyft Inc, Brian Roberts, el martes.
El jueves, el presidente ejecutivo de Uber Technologies Inc , Dara Khosrowshahi, calificó el entorno actual como un “experimento gigantesco de fijación de precios”.
“Incluso con los precios al alza estamos viendo que a medida que las ciudades reabren, la gente empieza a usar el producto y lo usa mucho”, agregó.
El cambio significa un importante punto de inflexión para estas firmas, que sacrificaron durante años su rentabilidad para ganar usuarios, compitiendo entre ella con descuentos para los viajeros y bonos para los conductores.
Según un análisis de YipitData, que rastrea los recibos por correo electrónico, los cargos promedio por milla de viaje en Estados Unidos en el tercer trimestre fueron casi un 25% más altos que en el período comparable en el 2019.
Para los viajes al aeropuerto, que se encuentran entre las rutas más rentables de Uber y Lyft, los aumentos de precios fueron aún más pronunciados. La tarifa promedio para un viaje desde y hacia el aeropuerto O’Hare de Chicago aumentó casi un 50% en el tercer trimestre en comparación con el 2019, según un análisis de Reuters de datos de la ciudad.
Los precios más altos benefician a las empresas, que obtienen un porcentaje de cada viaje. También han dado como resultado ganancias récord para los conductores, que también se beneficiaron de incentivos masivos para conductores pagados por Uber y Lyft para atraerlos de vuelto, dijeron las compañías.
Los conductores de Uber y los repartidores de comida ganaron US$ 8,600 millones en el tercer trimestre, un 60% más que el año anterior, y el aumento de los salarios de los conductores superó al de las reservas brutas, dijo Uber el jueves.
Si bien la oferta total de conductores sigue por debajo de los niveles prepandémicos, las firmas confían en que regresen más choferes sin incentivos adicionales. Asimismo, afirmaron que reducirán las bonificaciones adicionales a los conductores en los próximos meses.
Roberts, de Lyft, dijo que la compañía financiará incentivos para conductores durante épocas especialmente ajetreadas a través de precios elevados al consumidor.
“Es probable que veamos precios elevados durante algún tiempo, sobre todo ante el entorno inflacionario que estamos experimentando ahora”, dijo Michael Erstad, analista de la firma de análisis M Science.
Al negocio de reparto de Uber, que surgió como una columna vertebral durante la pandemia, tampoco le ha ido mal.
Uber reportó el jueves reservas de entregas estables, incluso pese a que más personas han reanudado sus salidas. Su negocio principal de entrega de comida de restaurantes a domicilio, Eats, informó incluso de su primera ganancia operativa, impulsada por una mejor gestión de costos y menos descuentos para los consumidores, dijo Uber.
Precios más altos combinados con un presupuesto más eficiente podrían impulsar los márgenes en el próximo año.
Ambas empresas hicieron recortes drásticos durante la pandemia para reducir su base de costos general. Esas eficiencias, sobre todo en los costos variables, se mostrarán a medida que la demanda vuelva a aumentar, indicaron.
No obstante, a medida que aumentan las preocupaciones inflacionarias y los niveles de pasajeros se mantienen un 35% por debajo de los niveles prepandémicos, Uber y Lyft deberán lograr un equilibrio entre los aumentos de precios y la lealtad del consumidor.