En las subastas, es difícil determinar qué tipo de tesoro puede esconderse detrás de un objeto aparentemente común. Este fue precisamente el caso de una coleccionista que compró una pieza muy valiosa por solo 40 dólares sin saberlo. Lo que parecía un simple pájaro de cristal finalmente se convirtió en una obra maestra que los coleccionistas de todo el mundo buscaban ansiosamente.
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La inesperada compra
Hace aproximadamente un año, nuestra protagonista se encontraba en una subasta, sin grandes expectativas ni intenciones de hacer una compra significativa. Sin embargo, en los últimos minutos del evento, un pequeño pájaro de cristal llamó su atención. Decidió hacer una oferta rápida, desembolsando apenas US$40 por lo que parecía un adorno de vidrio sin mayor trascendencia.
HISTORIAS | La cristalería fue elaborada por un arquitecto italiano. (Antiques Roadshow, PBS)
Como suele suceder en las subastas, las apariencias engañan. Lo que ella no sabía en ese momento era que ese pájaro de cristal era, en realidad, una joya de diseño que cambiaría su suerte de manera significativa.
El descubrimiento en Antiques Roadshow
La verdadera historia detrás del pájaro de cristal salió a la luz cuando la coleccionista decidió llevar la pieza a un episodio del popular programa Antiques Roadshow, donde se evalúan antigüedades y objetos coleccionables. En este espacio, el experto tasador Arlie Sulka identificó inmediatamente el valor del objeto.
HISTORIAS | El pájaro de cristal, con su elegante diseño aguamarina, cuello vertical y delicadas patas de cobre ha cautivado a los coleccionistas. (Antiques Roadshow, PBS)
Sulka, un conocedor experimentado en artículos de cristal y arte decorativo, explicó a la sorprendida dueña que el pájaro había sido diseñado en la década de 1960 por el renombrado arquitecto italiano Alessandro Pianon. La pieza había sido fabricada en la famosa ciudad de Venecia por la reconocida empresa Vistosi, una firma especializada en la creación de objetos de vidrio artísticos.
Un diseño único y codiciado
El pájaro de cristal, con su distintivo color aguamarina, un cuello vertical y patas de cobre, forma parte de una serie de diseños creados por Pianon en 1963. Según Sulka, el arquitecto había desarrollado toda una “familia” de pájaros en diversas formas y colores, todos ellos muy valorados en la actualidad. La colección es especialmente codiciada por los amantes del diseño de mediados del siglo XX, una tendencia que ha visto un resurgimiento notable en los últimos años.
HISTORIAS | La dueña de un pájaro de cristal raro quedó sorprendida por su valor después de comprarlo por US$40. (Antiques Roadshow, PBS)
Sulka destacó que este tipo de piezas tienen una gran demanda entre coleccionistas de arte decorativo y diseño vintage. “Es un objeto muy buscado. La gente los adora”, afirmó durante el programa.
El valor sorprendente
La dueña del pájaro de cristal quedó atónita cuando Sulka reveló el verdadero valor de su adquisición. “En el mercado actual, esta pieza se vendería en un comercio minorista por entre US$7,000 y US$9,000″, aseguró el tasador.
La respuesta de la coleccionista fue inmediata y llena de sorpresa. “¡No puede ser! Oh, Dios mío, estoy asombrada”, exclamó entre risas nerviosas. “No tenía ni idea de lo que realmente tenía en mis manos”, confesó mientras sostenía la pieza que hasta ese momento consideraba un simple adorno.
Este increíble giro de los acontecimientos no solo representa una ganancia potencial significativa, sino también un recordatorio de que los objetos más valiosos a menudo se encuentran en los lugares más inesperados.
Otros descubrimientos sorprendentes
El caso de este pájaro de cristal no es único. Programas como Antiques Roadshow han revelado otras historias fascinantes de personas que descubren que objetos cotidianos, en realidad, tienen un valor significativo. Por ejemplo, una mujer fue sorprendida al enterarse de que un jarrón con forma de elefante, regalado por su padre décadas atrás, tenía un valor de US$8,000. En otro caso, una lámpara de hélice adquirida por solo US$50 fue tasada en US$3,000.
Estos ejemplos muestran que, aunque puede parecer poco probable, nunca se sabe cuándo un objeto aparentemente insignificante puede resultar ser una joya oculta.
