El amor es un sentimiento que nos vuelve completamente locos, y queremos siempre sorprender a esa persona que nos tiene así. ¿No sabes que decir hoy 14 de febrero, día del amor y la amistad? Si aún no tienes claro qué palabras utilizar en el día del amor, Gestión Mix te comparte los mejores poemas de amor cortos que puedes enviar a esa persona que tanto quieres y así demostrarle qué importante es en tu vida, hoy y siempre.
A continuación, encontrarás los 50 poemas de amor más bonitos que puedes dedicar en español y así harás suspirar al amor de tu vida; incluso lo puedes su utilizar si estás en la etapa de conquista. Ya sea par él o para ella, encontrarás textos de Pablo Neruda, Ana Rossetti, Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, entre otros autores.
Los 50 mejores poemas de amor para dedicar en San Valentín
1. ¿Deseas que te amen? (Edgar Allan Poe)
¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
El rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
Y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
Tu gracia, tu bellísimo ser,
Serán objeto de elogio sin fin
Y el amor... un sencillo deber.
2. Canción del demasiado amor (Vinicius de Morais)
Quiero llorar porque te amé demasiado,
quiero morir porque me diste la vida,
ay, amor mío, ¿será que nunca he de tener paz?
Será que todo lo que hay en mí
sólo quiere decir saudade...
Y ya ni sé lo que va a ser de mí,
todo me dice que amar será mi fin...
Qué desespero trae el amor,
yo que no sabía lo que era el amor,
ahora lo sé porque no soy feliz.
3. Me tienes y soy tuya (Ángela Figuera Aymerich)
Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!…
Tú me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota… Y tú quisieras tuya
la llave del misterio…
Si no la tiene nadie… No hay llave. Ni yo misma,
¡ni yo misma la tengo!
4. Amor eterno (Gustavo Adolfo Bécquer)
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
5. Rima I (Gustavo Adolfo Bécquer)
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
6. El poeta pide a su amor que le escriba (Federico García Lorca)
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
7. Intimidad (Saramago)
En el corazón de la mina más secreta,
En el interior del fruto más distante,
En la vibración de la nota más discreta,
En la caracola espiral y resonante,
En la capa más densa de pintura,
En la vena que en el cuerpo más nos sonde,
En la palabra que diga más blandura,
En la raíz que más baje, más esconda,
En el silencio más hondo de esta pausa,
Donde la vida se hizo eternidad,
Busco tu mano y descifro la causa
De querer y no creer, final, intimidad.
8. Amor (Pablo Neruda)
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
9. Esclava mía (Pablo Neruda)
Esclava mía, témeme. Ámame. Esclava mía!
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
Junto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos.
Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
El eco de la voz más allá del silencio.
Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.
10. En ti pensaba (José Martí)
En ti pensaba, en tus cabellosf
que el mundo de la sombra envidiaría,
y puse un punto de mi vida en ellos
y quise yo soñar que tú eras mía.
Ando yo por la tierra con los ojos
alzados -¡oh, mi afán!- a tanta altura
que en ira altiva o míseros sonrojos
encendiólos la humana criatura.
Vivir: -Saber morir; así me aqueja
este infausto buscar, este bien fiero,
y todo el Ser en mi alma se refleja,
y buscando sin fe, de fe me muero.
11. Días y noches te he buscado (Vicente Huidobro)
Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas
Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado
Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano.
12. Cúbreme, amor (Rafael Alberti)
Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.
Alóquemelo, amor, su sal, aloca
Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.
¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,
para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!
13. Nos desnudamos (Fabio Morábito)
Nos desnudamos tanto
hasta perder el sexo
debajo de la cama,
nos desnudamos tanto
que las moscas juraban
que habíamos muerto.
Te desnudé por dentro,
te desquicié tan hondo
que se extravió mi orgasmo.
Nos desnudamos tanto
que olíamos a quemado,
que cien veces la lava
volvió para escondernos.
14. El amor (Francisco Hernández)
El amor, rodeado casi siempre por un antojo
de olvido, avanza resuelto hacia las trampas
creadas para cazar osos con piel de leopardo
y serpientes con plumaje de cóndor.
Y el amor sobrevive a las heridas y ruge,
voladora, la envidia de los venenosos.
15. Amor constante más allá de la muerte (Francisco de Quevedo)
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
16. Dos cuerpos (Octavio Paz)
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
17. Pies hermosos (Mario Benedetti)
La mujer que tiene los pies hermosos
nunca podrá ser fea
mansa suele subirle la belleza
por totillos pantorrillas y muslos
demorarse en el pubis
que siempre ha estado más allá de todo canon
rodear el ombligo como a uno de esos timbres
que si se les presiona tocan para elisa
reivindicar los lúbricos pezones a la espera
entreabir los labios sin pronunciar saliva
y dejarse querer por los ojos espejo
la mujer que tiene los pies hermosos
sabe vagabundear por la tristeza.
18. Lo que necesito de ti (Mario Benedetti)
No sabes como necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
!!! Ya no puedo... seguir así !!!
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aun !!! Te sigo extrañando!!!
19. Hay ojos que sueñan (Miguel de Unamuno)
Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan,
hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan,
hay ojos que ríen -risa placentera,
hay ojos que lloran -con llanto de pena,
unos hacia adentro -otros hacia fuera.
Son como las flores -que cría la tierra.
Mas tus ojos verdes, -mi eterna Teresa,
los que están haciendo -tu mano de hierba,
me miran, me sueñan, -me llaman, me esperan,
me ríen rientes -risa placentera,
me lloran llorosos -con llanto de pena,
desde tierra adentro, -desde tierra afuera.
En tus ojos nazco, -tus ojos me crean,
vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera,
en tus ojos muero, -mi casa y vereda,
tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra.
20. El más cariñoso (W.H. Auden)
Si todas las estrellas desaparecieran o murieran,
debería aprender a mirar un cielo vacío
y sentir su total oscuridad sublime,
aunque esto me lleve un poco de tiempo.
21. A XXX dedicándole estas poesías (José de Espronceda)
Marchitas ya las juveniles flores,
nublado el sol de la esperanza mía,
hora tras hora cuento y mi agonía
crecen y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal ricos colores
pinta alegre tal vez mi fantasía,
cuando la triste realidad sombría
mancha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos vuelvo en su incesante anhelo,
y gira en torno indiferente el mundo,
y en torno gira indiferente el cielo.
A ti las quejas de mi mal profundo,
hermosa sin ventura, yo te envío:
mis versos son tu corazón y el mío
22. Vos tenéis mi corazón (Luis de Camoens)
Mi corazón me han robado;
y Amor, viendo mis enojos,
me dijo: Fuéte llevado
por los más hermosos ojos
que desque vivo he mirado.
Gracias sobrenaturales
te lo tienen en prisión.
Y si Amor tiene razón,
Señora, por las señales,
vos tenéis mi corazón.
23. Mi amor está con un ligero atuendo (James Joyce)
Mi amor está con un ligero atuendo
Entre los manzanos,
Donde las brisas bulliciosas más anhelan
Correr en compañía.
Allí, donde las brisas joviales moran para cortejar
A las tempranas hojas a su paso,
Mi amor va lentamente, inclinándose
Hacia su sombra que yace en la hierba.
Y donde el cielo es una taza de claro azul
Sobre la tierra risueña,
Mi amor camina lentamente, alzando
Su vestido con grácil mano.
24. Amor (Miguel James)
Tú vendrás desnuda con los brazos abiertos
Yo apoyaré sobre tus pechos mi cabeza
Tú dirás las palabras que espero
Yo cantaré dulces endechas
Tú prometerás mares y valles y cumbres de montañas
Yo seré el padre de tus hijos
Tú brillarás como el relámpago
Yo me haré estrella
Tú serás mi novia, más linda que todas las novias
Yo cantaré canciones de Jorge Ben
Tú tendrás cabellos largos
Yo trenzaré los míos
Tú querrás una casa en el campo
Yo construiré una cabaña junto al río
Tú te vestirás a veces con todos los colores del Iris
Yo te amaré siempre
Tú querrás flores
Yo un caballo, una guitarra
Y no trabajaremos nunca, nunca, nunca.
25. Tú para mí, yo para ti, bien mío (Rosalía de Castro)
Tú para mí, yo para ti, bien mío
—murmurabais los dos—;
“es el amor la esencia de la vida
no hay vida sin amor”.
¡Qué tiempo aquel de alegres
armonías!...
¡qué albos rayos de sol!...
¡qué tibias noches de susurros llenas,
qué horas de bendición!
26. Si me llamaras, sí… (Pedro Salinas)
¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
—¡si me llamaras, sí, si me llamaras!—
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: “No te vayas”.
27. Qué será ser tú (Ana Rossetti)
Qué será ser tú.
Este es el enigma, la atracción sobrecogedora
de conocer, el irresistible afán de echar el ancla
en ti, de poseerte.
Qué será la perplejidad de ser tú.
Qué, el misterio, la dolencia de ser tú y saber.
Qué, el estupor de ser tú, verdaderamente tú y,
con tus ojos, verme.
Qué será percibir que yo te ame.
Qué será, siendo tú, oírmelo decir.
Qué, entonces, sentir lo que sentirías tú.
28. Amo, amas (Rubén Darío)
Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo obscuro del lodo:
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la intensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!
29. La feria de los pájaros (Luis Rosales)
Sentí que se desgajaba
tu corazón lentamente
como la rama que al peso
de la nevada se vence;
sentí en tu mano un desfile
de golondrinas que vuelven,
y vi llenando tus ojos
aquella locura alegre
de los pájaros que cumplen
su fiesta sobre la nieve.
30. Bella (Pablo Neruda)
BELLA,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.
Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.
Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.
Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.
Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.
Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.
Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.
Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.
31. De qué callada manera (Nicolás Guillén)
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
¡Yo, muriendo!
Y de qué modo sutil
me derramo en la camisa
todas las flores de abril
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
¡No soy tanto!
En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
¡Yo, muriendo!
32. Amor Es (Dulce María Loynaz)
Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan…
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces….
Amar lo amable, no es amor:
Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra…
Amor es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro…
Es entrarse en la entraña de la noche
y adivinarle la estrella en germen…
¡La esperanza de la estrella!…
Amor es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender…
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar …
¡Amor es resucitar!
33. Amor Tardío (José Ángel Buesa)
Tardíamente, en el jardín sombrío,
tardíamente entró una mariposa,
transfigurando en alba milagrosa
el deprimente anochecer de estío.
Y, sedienta de miel y de rocío,
tardíamente en el rosal se posa,
pues ya se deshojó la última rosa
con la primera ráfaga de frío.
Y yo, que voy andando hacia el poniente,
siento llegar maravillosamente,
como esa mariposa, una ilusión;
pero en mi otoño de melancolía,
mariposa de amor, al fin del día,
qué tarde llegas a mi corazón…
34. Bajo tu clara sombra (Octavio Paz)
Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena….
Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.
35. Desparramadas (Gioconda Belli)
Estaban allí,
desparramadas,
las flores del árbol grande
que no sé cómo se llama
y que florece rosado en las tardes,
esas tardes hermosas
en que tu recuerdo
es una sola corriente que vibra en mi sangre,
como esas flores vibran sobre el pavimento,
vuelan sobre los techos de las casas,
se enredan en el pelo de aquella vieja caminando despacio,
o en aquella fuente, mi amor
o en aquella fuente…
36. Soneto para empezar un amor (Manuel Alcántara)
Ocurre que el olvido, antes de serlo,
fue grande amor, dorado cataclismo;
muchacha en el umbral de mi egoísmo,
¿qué va a pasar? mejor es no saberlo.
Muchacha con amor, ¿dónde ponerlo?
Amar son cercanías de uno mismo.
Como siempre, rodando en el abismo,
se irá el amor, sin verlo ni beberlo.
Tumbarse a ver qué pasa, eso es lo mío;
cumpliendo años irás en mi memoria,
viviendo para ayer, como una brasa,
porque no llegará la sangre al río,
porque un día seremos sólo historia
y lo de uno es tumbarse a ver qué pasa.
37.Esto es Amor (Lope de Vega)
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
38. Yo no quiero morirme sin saber de tu boca (Elsa López)
Yo no quiero morirme sin saber de tu boca.
Yo no quiero morirme con el alma perpleja
sabiéndote distinto, perdido en otras playas.
Yo no quiero morirme con este desconsuelo
por el arco infinito de esa cúpula triste
donde habitan tus sueños al sol de mediodía.
Yo no quiero morirme sin haberte entregado
las doradas esferas de mi cuerpo,
la piel que me recubre, el temblor que me invade.
Yo no quiero morirme sin que me hayas amado.
39.Te Quiero (Julia de Burgos)
Yo no quiero morirme sin saber de tu boca.
Yo no quiero morirme con el alma perpleja
sabiéndote distinto, perdido en otras playas.
Yo no quiero morirme con este desconsuelo
por el arco infinito de esa cúpula triste
donde habitan tus sueños al sol de mediodía.
Yo no quiero morirme sin haberte entregado
las doradas esferas de mi cuerpo,
la piel que me recubre, el temblor que me invade.
Yo no quiero morirme sin que me hayas amado.
40. Los mejores ojos (César Conto)
Ojos azules hay bellos,
hay ojos pardos que hechizan
y ojos negros que electrizan
con sus vívidos destellos.
Pero, fijándose en ellos,
se encuentra que, en conclusión,
los mejores ojos son,
por más que todos se alaben,
los que expresar mejor saben
lo que siente el corazón.
41. Me tienes y soy tuya (Ángela Figuera Aymerich)
Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!…
Tú me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota… Y tú quisieras tuya
la llave del misterio…
Si no la tiene nadie… No hay llave. Ni yo misma,
¡ni yo misma la tengo!
42.Dame la mano (Gabriela Mistral)
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza.
43. Enséñame (Rafael Cadenas)
Enséñame,
rehazme
a fondo,
avívame
como quien enciende un fuego.
44.En el árbol de mi pecho (Gloria Fuertes)
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!
45. De solo imaginarme (Alice Lardé de Venturino)
De sólo imaginarme que tu bocapueda juntarse con la mía,
sientoque una angustia secreta me sofoca,
y en ansias de ternura me atormento…
El alma se me vuelve toda oído;
el cuerpo se me torna todo llamay se me agita de amores encendido,
mientras todo mi espíritu te llama.
Y después no comprendo, en la locura,
de este sueño de amor a que me entrego;si es que corre en mis venas sangre pura,
o si en vez de la sangre corre fuego…
46. Contigo (Luis Cernuda)
¿Mi tierra?Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tu.
El destierro y la muertepara mi están adondeno estés tú.
¿Y mi vida?Dime, mi vida,¿qué es, si no eres tú?
47. Carta a una Desconocida (Nicanor Parra)
Cuando pasen los años, cuando pasen
Los años y el aire haya cavado un foso
Entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
Y yo solo sea un hombre que amó, un ser que se detuvo
Un instante frente a tus labios,
Un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿Dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!
48. Amor (Claribel Alegría)
Todo lo que amo
están en ti
y tú
en todo lo que amo.
49. Días y Noches te he buscado (Vicente Huidobro)
Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas
Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado
Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano.
50. Una carta de amor (Julio Cortázar)
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la liberta.
Poemas de amor cortos para San Valentín
Si no eres de las personas que le gusta enviar mucho texto, un mensajito de imprevisto, que contenga alguno de estos poemas de amor cortos pueden ser la manera de cambiar para el día de la su persona amada:
- “Yo te quiero como el mar quiere al río, como la noche quiere al día, como el sol a la luna, como la luz al día.” Mario Benedetti (Te Quiero)
- “Porque cada día te quiero más, hoy más que ayer y menos que mañana.” Julio Cortázar (La Vuelta al Día en Ochenta Mundos)
- “Por ti aprendí a amar la lluvia, los días grises, el frío en la piel, la tibieza del sol en la tarde, y el sabor del amor verdadero.” Gabriela Mistral (Versos Sencillos)
- “Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca.” Mario Benedetti (La Tregua)
- “Eres mi complemento perfecto, mi media naranja, mi otra mitad, eres la persona que siempre he buscado, el amor que siempre he anhelado.” Octavio Paz (Piedra de Sol)
- “Te amo como se aman las almas gemelas, como se aman los amantes verdaderos, con pasión, con entrega, con todo el corazón.” Alfonsina Storni (Tú Me Quieres Blanca)
- “Amarte es como vivir en un sueño, donde todo es posible y nada es imposible, donde el amor lo llena todo, y la felicidad es eterna.” Gabriela Mistral (Amarte)
- “Mi corazón late por ti, mi vida late por ti, eres el sol que ilumina mi camino, la brisa fresca que me llena de vida, mi amor, mi felicidad, mi todo.” Pablo Neruda (Poema 20)