Los precios del cobre van a languidecer este año, presionados por una demanda más débil, ya que el aumento de las tasas de interés frena el crecimiento económico mientras las minas aumentan su oferta.
El cobre de referencia alcanzó un máximo histórico de US$ 10,747.50 la tonelada en mayo del año pasado, impulsado por la demanda reprimida, ya que el crecimiento se aceleró cuando se aliviaron los confinamientos por la pandemia y el mercado se enfrentó a una escasez de oferta y al descenso de las existencias.
Pero el cobre se ha mantenido relativamente estático desde entonces, en parte debido a la ralentización del crecimiento del principal consumidor, China.
“El regreso de la oferta, principalmente de Sudamérica, pesará mucho en los precios del cobre en el 2022″, señaló Caroline Bain de Capital Economics.
Se espera que el contrato de cobre al contado en la Bolsa de Metales de Londres (LME) promedie los US$ 9,370 por tonelada en el 2022, según una previsión media de 25 analistas, un 4.7% menos que el precio de cierre del jueves.
“Esperamos que el principal factor bajista para el precio del cobre en el 2022 sea el ajuste de la política monetaria por parte de la Fed de Estados Unidos”, dijo el analista de Liberum Tom Price.
Los analistas esperan un déficit en el mercado del cobre de 37,000 toneladas este año y un superávit de 286,000 toneladas en el 2023, lo que se compara con el superávit de 82,000 toneladas que había previsto el sondeo de octubre para el 2022.
Crisis del aluminio
El aluminio es el metal base que mejor desempeño ha tenido en Londres en lo que va de año. Ha ganado un 10% después de haber tocado máximos de 13 años en el 2021, en gran parte gracias a los recortes de producción en China y Europa por problemas de energía.
Los analistas esperan un déficit en el mercado del aluminio de 609,000 toneladas este año, por encima del déficit de 396,000 toneladas previsto en la encuesta de octubre.
“Esperamos que los problemas de suministro de energía en China continúen durante la temporada de calefacción de invierno, pero un clima más húmedo a partir del segundo trimestre debería ayudar a aliviar la escasez de energía”, comentó Richard Hatch, de Berenberg.
La mayoría de los analistas, sin embargo, creen que gran parte de la escasez ya se refleja en el precio, y prevén que el aluminio al contado de la LME alcance un promedio de US$ 2,780 la tonelada en el 2022, un 10.8% menos que el precio actual.
Aumento de la oferta de níquel
Los precios del níquel se han disparado este mes a más de US$ 24,000 la tonelada, el nivel más alto desde hace más de una década, debido al auge de la demanda por vehículos eléctricos y a la caída de los inventarios.
Pero los analistas prevén que el níquel al contado de la LME alcance un promedio de US$ 19,921 la tonelada este año, un 12.6% menos que su último cierre.
“Podríamos ver una demanda de acero inoxidable más suave a finales del primer trimestre debido a la reducción de la producción en China durante los Juegos Olímpicos”, dijo Tyler Broda de RBC Capital Markets.
Los precios también podrían verse presionados por el aumento de la oferta del principal productor, Indonesia.
Se prevé que el mercado mundial del níquel sea deficitario en 17,000 toneladas en el 2022, y que pase a ser excedentario en 34,000 toneladas el año próximo.