El presidente Francisco Sagasti dispuso -ayer- que como parte de las medidas para evitar que el contagio de la cepa británica del COVID se siga propagando, en el caso Lima Metropolitana, el Callao y otras ocho regiones, se vuelva a la inmovilización social obligatoria desde el 31 de enero al 14 de febrero.
Otra de las medidas dispuestas es que no se permitirá la atención en salón en los restaurantes y afines, únicamente el servicio de delivery.
Ante ello, ¿qué efectos tendrá esta medida en el sector gastronómico? “La medida dispuesta por el Ejecutivo es casi casi como una estocada final al sector gastronómico. Entendemos la preocupación del Gobierno, pero no compartimos las decisiones tomadas ya que se están tomando medidas -valga la redundancia- extremas y de manera generalizada, que están afectando -de alguna manera- a sectores que no son generadores del problema (de aumento de contagios)”, afirmó José Luis Silva Martinot, vocero de la Unión de Gremios y Restaurantes del Perú.
Agregó que mientras los agentes económicos que están fuera de la formalidad, que representa el 70% de la PEA, es la que han generado el aumento de la tasa de contagios del COVID, las medidas dispuestas por el Ejecutivo son básicamente para ser aplicadas al sector formal. “Lo que de alguna manera se está haciendo es darle una sentencia de muerte al sector gastronómico”, reiteró a Gestión.pe
Recordó que cerca de 70,000 restaurantes quebraron por efectos de la primera ola del COVID.
Con estas nuevas disposiciones, las que aún no se sabe si se va ampliar, es muy probable -dijo- que una cantidad similar o mayor se sume al número de empresas que salieron del mercado “si es que no se toman medidas complementarias que permitan salvar al sector”.
Tomando en cuenta que hasta el cierre de esta nota, desde el Ejecutivo no se han dado a conocer medidas económicas complementarias para enfrentar la nueva cuarentena de quince días en diez regiones, el representante gremial consideró que lo que se requiere es un nuevo rescate financiero, recordando que en la administración de Vizcarra se lanzó -en dos etapas- el programa de garantías Reactiva Perú.
“Ahora lo que se necesitan son medidas de rescate (financiero) al sector como en algún momento se hizo. Se tienen que tomar medidas extremas para salvar al sector porque tomemos en cuenta que las empresas se han endeudado confiando en lo que el gobierno ha estado diciendo y es el mismo gobierno quien ha estado tomando decisiones distintas y reduciendo el aforo de los restaurantes, con lo cual lamentablemente se ha puesto en una condición extrema al sector”, precisó.
Añadió que su sector ya ha pedido que se amplíen los plazos del periodo de gracia del programa Reactiva ya que, con estas medidas adicionales, es probable que los restaurantes que obtuvieron créditos bajo este mecanismo, no puedan cumplir con el repago de los préstamos.
“Ahora se va a necesitar un rescate financiero, es decir, un apoyo para que las empresas puedan salir adelante. El mismo ministro de la Producción dijo que el sector gastronómico va a tardar hasta cuatro años en recuperarse. Esperemos que el MEF acepten las propuestas que estamos dando”.
Añadió que no necesariamente el hecho de haya una inmovilidad social obligatoria vaya a generar que se consuma más por delivery. “No todos los restaurantes tienen delivery. Son una minoría los que lo ofrecen”.
Dato: Hasta antes de la pandemia habían más de 200,000 restaurantes a nivel nacional, de los cuales cerca de 70,000 quebraron. Del saldo (cerca de 130,000) poco menos de la mitad están en Lima Metropolitana.
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