El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, reconoció que el Perú no podrá cumplir con el déficit fiscal, que está fijado en 2% del producto bruto interno (PBI) para este 2024. De esta manera, sería el segundo año que no se logre esta meta. Ante ello, Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s, expresó su opinión sobre la posible trayectoria que debería seguir el país y si es que existe la posibilidad de revisar la calificación.
-El ministro José Arista reconoció que este año no se cumpliría la meta del déficit fiscal, ¿qué señal deja con este mensaje?
La posición del MEF es bastante prudente. El año pasado hubo toda una controversia sobre si se debía cambiar la meta o no. Ahora, con un poco más de visibilidad de cómo va a evolucionar la economía y los ingresos fiscales, estimamos que habría un desvío del déficit para este año, en aproximadamente 0.4 puntos porcentuales; es decir, 2.4% del PBI, por lo que estará por encima de la brecha.
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-Si ya se visualiza que no se llegará a la meta fiscal, ¿cuál debe ser el camino?
A despecho de las medidas de austeridad que ha anunciado el ministro, vemos la idea de que se va a incorporar una nueva trayectoria fiscal a base de los resultados del 2023 teniendo una mejor percepción de cómo van evolucionando los ingresos este año. Entonces, creo que es prudente señalar que la trayectoria ha cambiado.
-Sin embargo, el titular del MEF no ha sido claro si es que se pedirá una dispensa o qué decisión tomará.
Se está a la espera de lo que dice el ministerio sobre la nueva trayectoria de meta de déficit fiscal. Acá hay un punto de partida complicado, debido a que el año pasado se cerró en 2.8% del PBI cuando el límite era 2.4%. Entonces, es mucho más complicado consolidar 0.8 puntos porcentuales, dado que el déficit tiene como tope un 2% para este año, cuando los ingresos no vienen tan fuertes.
-¿Cuánto sería lo ideal para la nueva trayectoria del déficit fiscal para este año?
Ahí va a depender de qué postura fiscal quieran adoptar, si es que ven mayor estímulo fiscal a la economía o si ven más prudente seguir con el proceso de consolidación fiscal. Desde nuestro punto de vista, balancear ambos objetivos implicaría un déficit, en promedio, de 2.5% del PBI para el 2024.
-El Consejo Fiscal exhortó al MEF a “no tirar la toalla” antes de tiempo porque hay espacio para cumplir con el déficit, ¿coinciden?
Curiosamente, esa es la postura que se apostó en el 2023, donde se esperaba que se tenga un “rebote” en la segunda mitad del año. Por eso, el MEF decidió no ajustar la meta del déficit fiscal, pero la economía peruana no reaccionó y comenzaron a llover las críticas de por qué no se cambió la trayectoria fiscal anticipadamente. Por lo tanto, este año, aunque se espera un crecimiento, considero prudente realizar ajustes tan pronto como se tenga indicaciones de que cumplir con la meta del déficit fiscal será desafiante. Eso es mejor a tener una sorpresa negativa.
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-¿El plan de austeridad del MEF debe complementarse con qué otra medida?
Hay todo un marco que se ha ido trabajando desde el año pasado, donde se han estado reforzando las gerencias a nivel de gobiernos regionales para tratar de mejorar la calidad y efectividad del gasto. La inversión pública está creciendo fuertemente, pero lo importante es que este gasto sea eficiente. Es necesario seguir reforzando el Servicio Civil, especialmente a nivel de gobiernos subnacionales, para mejorar el diseño de los proyectos, evaluar el retorno de bienestar que proporcionan y las mejoras en la infraestructura del país en beneficio de todos los peruanos.
-¿Para Moody’s, el incumplimiento del déficit fiscal por segundo año consecutivo en Perú es motivo suficiente para revisar a la baja la calificación del país?
No (revisarán a la baja la calificación) porque tenemos el contexto. Sabemos que el 2023 fue difícil y que este año sería muy retador de llegar a la meta del 2% del PBI, porque sería contractivo para la actividad económica y eso puede ser más dañino. Por eso, si se revisa la meta del déficit fiscal en un punto intermedio es saludable.
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Mirada de los inversionistas extranjeros
-¿Cuál es la percepción de los inversionistas internacionales sobre la estabilidad económica del país?
Vemos el riesgo país llegando a sus niveles normales, en otras palabras, un poco más elevado que la de Chile. Hay cierta cautela de los inversionistas, pero siguen percibiendo preocupación por la inestabilidad política y el hecho de que el crecimiento siga relativamente débil.
-¿Cuánto impactaría el riesgo político en la economía peruana este año?
Lo vemos reflejado en la falta de inversión extranjera directa, la cual debería estar bastante fuerte este año debido a los precios elevados de las materias primas, lo que tendría que ser un gran incentivo para atraer inversión extranjera, especialmente en minería. Sin embargo, no se está materializando en los mismos montos que se observaban hace 5 o 10 años. Eso nos dice que el riesgo político está pesando sobre el desempeño de la economía.
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Economía peruana
-Su estimado de la economía peruana es de 2.7% este 2024, ¿podría existir un impulso adicional con el retiro de AFP, tal como señalan analistas?
No lo vemos de esa manera, ya que la mayoría de los trabajadores de bajos y medianos ingresos ya han retirado fondos de las AFP. Los posibles retiros que podrían producirse debido a esta nueva aprobación (del Congreso de la República) vendrían principalmente de trabajadores de altos ingresos, quienes tienen menos necesidad inmediata de consumo.
Es probable que estos retiros se destinen a depósitos bancarios o al extranjero, por lo que no anticipamos que generen un estímulo significativo en el consumo a corto plazo, como ocurrió con los retiros anteriores.
Mantenemos nuestra proyección en un 2.7% porque el “rebote” en la primera mitad del año está siendo bastante moderado, lo que indica que las expectativas y la confianza del sector privado continúan siendo bastante bajas. No hay una recuperación significativa que estimule las inversiones para impulsar el crecimiento. Mientras esta situación persista, vemos poco espacio para mejorar nuestra proyección.
-¿Golpeados a pesar que las expectativas empresariales a tres meses se recuperaron en marzo?
Están en terreno positivo, pero muy débil. Basta con que se produzca cualquier otro shock para que esta situación pueda revertirse. Las expectativas empresariales deberían estar en un terreno mucho más positivo. La confianza en general es la que se ve más afectada por las condiciones actuales, en las que los precios de las materias primas están altos y el resto del mundo está experimentando un crecimiento relativamente brillante.
-¿Qué medidas debería realizar el gobierno peruano a corto plazo para reactivar la economía?
Seguir impulsando este mensaje de darle la bienvenida a las inversiones extranjeras de largo plazo e insistir con la idea de que hay suficiente seguridad para las inversiones, así aumentar las inversiones en el corto y mediano plazo.
Licenciado en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En el 2009 ingresó a formar parte del equipo de Perú21 y el 2021 se desempeñó como periodista del área Núcleo de Economía del Grupo El Comercio. Actualmente como redactor en Gestión.
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