El precio de compra del cacao a los agricultores de Costa de Marfil, primer productor mundial, fue fijado en 825 francos CFA (1.25 euros; US$ 1.45) por kilo, un descenso de 17.5%, anunció el Consejo del Café del Cacao (CCC).
Este costo fue fijado en la apertura de la campaña de cacao 2021-2022, mientras que en la campaña anterior (2020-2021), que coincidió con las elecciones presidenciales del 2020 en Costa de Marfil, era de 1000 CFA (1.52 euros o US$ 1.76) por kilo, “un precio electoral”, según la oposición.
Hace unos meses, Costa de Marfil y Ghana, que juntos representan cerca del 60% de la producción del cacao mundial, crearon un organismo destinado a garantizar un precio remunerador a los agricultores y “asegurar la sostenibilidad de la economía del cacao”.
“No podemos ignorar la pequeña parte que va a los valiosos productores. Se calcula que apenas representa el 5% del valor añadido mundial del cacao”, lamentó Yves Koné, director general del CCC, el organismo regulador del sector marfileño.
Los agricultores de los países tropicales son los primos pobres del sector: sólo reciben el 6% de los US$ 100,000 millones anuales del mercado mundial del cacao y el chocolate, que está en manos de los grandes industriales.
En Costa de Marfil, más de la mitad vive por debajo del umbral de la pobreza, según un estudio del Banco Mundial, a pesar de que el cacao permite vivir a entre cinco millones y seis millones de personas.
La situación es similar en Ghana, donde unas 800,000 familias viven del oro marrón.
El cacao es estratégico en Costa de Marfil: representa entre el 10% y el 15% del PBI, casi el 40% de los ingresos por exportación y permite vivir a entre cinco y seis millones de personas, es decir, una quinta parte de la población, según el Banco Mundial.