La calidad del algodón y de la confección de prendas de vestir de Perú son puntos claves que estarían considerando diversas marcas de ropa de Estados Unidos que buscan mudar sus operaciones del Asia a América Latina y cerrar acuerdos con fábricas de hilado local para la producción de sus prendas, señaló Antonio Castillo, gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Marcas como la estadounidense Ralph Lauren ya son abastecidas por fábricas peruanas como Textil del Valle, ubicada en Ica, pero otras nuevas aún exploran el mercado latinoamericano. Castillo señala que en el radar de estas compañías no solo está Perú, también Colombia -principal exportador de tejidos planos en Suramérica- y otros países de Centroamérica.
Pese a ello, el interés de invertir en el mercado peruano se refleja, agrega el gerente, en que la mayoría de fábricas nacionales que abastecen a marcas extranjeras ya han cerrado acuerdos de venta para todo el 2023.
¿Qué demandan estas marcas internacionales? De acuerdo a información del gremio, la producción de prendas de vestir registró un crecimiento de 30.8% entre enero y junio de este año frente al mismo período del 2019, y con una tendencia al alza de acuerdo a los últimos resultados del mes de junio, cuando se expandió 34.4%, gracias básicamente por las exportaciones.
“A pesar de la misma situación inflacionaria de Estados Unidos, mantendremos un crecimiento del sector aunque moderado y que debería favorecer el hecho de hacer nuevas inversiones a nivel de empresas nacionales; y atraer fábricas o marcas que venían trabajando con China pero que no quieren hacerlo más debido a la situación de trabajo forzoso que se detectó en la mayor zona de producción algodonera del gigante asiático”, dijo Castillo.
Si hay un producto de la industria textil que no solo ha recuperado sus niveles de producción frente al 2019, sino que ha superado sus resultados del 2021 en más de 200% en lo que va del primer semestre del 2022, es la fabricación de ternos. Un comportamiento que estaría relacionado con el trabajo presencial y también las bodas.
La producción de polos, pantalones, camisa, ropa interior y blusas también se recupera y ha logrado cifras en verde durante la primera parte del año; no obstante, aun no logran alcanzar sus niveles prepandemia.
FAE-Texco
Una de las medidas esperadas por el sector para mantener su dinamismo y seguir invirtiendo en capital de trabajo es la puesta en marcha del programa de créditos llamado Fondo de Apoyo Empresarial para el sector Textil y Confección (FAE-Texco), cuyo reglamento se aprobó el 29 de julio pasado pero cuyas subastas todavía no se efectúan.
De acuerdo a la norma, las empresas del sector podrán solicitar el préstamo para capital de trabajo hasta por un plazo de pago de 36 meses, activos fijos en 60 meses y compra de deuda también hasta 60 meses. Asimismo, aquellas que soliciten por primera vez un crédito en el sistema financiero podrán obtener un crédito de hasta S/ 10,000; mientras que las empresas formales, que ya tiene un historial crediticio dentro del sistema financiero, podrán acceder hasta S/ 100,000.
“La industria necesita este apoyo. Hemos visto que en el emporio de Gamarra, por ejemplo, han tenido que recurrir a los remates porque necesitan liquidez para la nueva campaña de verano que se viene, algunos necesitan importar material y con la demora del flujo logístico, tienen que adelantar sus pedidos para que lleguen antes del verano”, señaló.