Si hay algo que tienen en común los peruanos es el emprendedurismo. Y hoy más que nunca, esta capacidad se ha puesto de manifiesto con la crisis sanitaria del COVID-19, donde muchos han optado a fuerza -a raíz del gran desempleo- por hacer empresa en el país.
Pero, no solo se han dado esfuerzos individuales, también emprendimientos familiares y en diversos sectores, desde servicios hasta productos. No obstante, al mismo ritmo que se crean, estas pueden llegar a desaparecer, considerando los riesgos al interior y al exterior de la misma.
Precisamente, Pablo Montalbetti, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), comenta que el éxito de una empresa familiar depende de dos factores, por un lado, la buena relación entre los miembros de la familia accionaria y, de otro, la buena planificación, gestión del negocio y administración de recursos, para lo cual cada miembro debe contribuir a reforzar dichos frentes.
Por ello, el especialista comparte 13 factores clave que se deben tener en cuenta para la planificación de un negocio de esta naturaleza y garantizar su supervivencia en el tiempo.
- El modelo de negocio. Que sea único y diferenciado, formado a través de una estrategia permitirá que, entre tantas alternativas y competidores, el consumidor elija tu producto o servicio. Para ello, se debe tener claridad sobre el negocio que se desea desarrollar.
- La modalidad de ganancia. Es importante evaluar si en tu negocio se gana por márgenes unitarios, por volumen, distribución o por otro motivo. En un entorno tan competitivo como el actual se debe ser muy cuidadoso con las finanzas para poder competir correctamente.
- Las expectativas de crecimiento. Hay una regla que dice que una empresa que no crece, muere. Por ello preguntarte cómo y cuándo esperas crecer es primordial para garantizar la continuidad de tu negocio. Algunas decisiones como lanzar más productos o servicios, ampliar la cobertura o dirigirse a más mercados influyen en dicho crecimiento.
- Los principales inhibidores para el desarrollo. Debes identificar los tres principales inhibidores para el desarrollo de tu compañía que son aquellos factores que afectan o impiden lograrlo. Al identificarlos, se podrán plantear soluciones para reducirlos.
- Las prioridades estratégicas anuales. Si bien una empresa tiene una visión a mediano y largo plazo, es fundamental definir las prioridades anuales que son imprescindibles para mantener el negocio en marcha. Los recursos tienen que enfocarse en dichas prioridades.
- La performance financiera. Analiza el rendimiento financiero de la empresa de los últimos tres años. De esta manera, identificarás si las acciones que se están tomando son las correctas y dónde se tiene que poner mayor esfuerzo, considerando no afectar la satisfacción del cliente.
- Las tendencias del sector. Conocer cuáles son las principales tendencias y cambios en el sector y en el comportamiento de los clientes a quienes se apunta garantizará que el negocio se mantenga vigente. Por ejemplo, un cambio importante en el mercado es la venta virtual y es esencial estar alineado.
- La no misión. A veces, la presión por vender lleva a tomar decisiones erróneas en el corto plazo. En este sentido, la no misión es lo que no se debe elegir, como decir que el producto va para un determinado público y luego enfocar la campaña en otro. Debemos ser leales a nuestro modelo de negocio (misión) y a quiénes nos dirigimos, con qué productos, a qué precio y a qué mercado.
- La ventaja diferencial. Distingue cuál es el atributo más valorado por el mercado y por qué. En una empresa se debe trabajar desde dos perspectivas. La primera es tratar de que las debilidades se vuelvan neutras o positivas y la otra es cómo hacer para que esa diferenciación que es valorada por tu público sea sostenible en el tiempo.
- Los puestos clave. Define quiénes son las personas clave en la empresa y reconoce si son las correctas. Para mantener su talento, es importante que los colaboradores reciban un buen trato, con justicia y objetividad, pagándoles un sueldo justo y brindándoles beneficios.
- La tenencia de caja. Es uno de los factores imprescindibles en una empresa. Permite tener mayores posibilidades de conseguir un stock a mejor precio y más inventario. Esto se refleja en el crecimiento del negocio. Se debe tener una reserva de caja para imprevistos o para invertir.
- La participación de mercado. Es importante conocer cuál es la participación de mercado y si eres el líder. Ser el líder implica una serie de ventajas como fijar precios o determinar ciertos beneficios a los clientes. De otra parte, saber que no eres el líder servirá para tomar consciencia y revisar tu estrategia con el fin de ganar participación.
- La preparación para ser una empresa atractiva para compra. Por más que no quieras vender tu empresa, siempre debe estar preparada para ello de la mejor forma posible. Esto implica tener la información financiera ordenada, las cuentas claras y todo lo necesario para operar bien.