Durante el último mes, el escenario para la actividad económica en el Perú se ha complicado. Las previsiones de crecimiento se comenzarían a ajustar hacia la baja por el alto nivel de incertidumbre que viene dejando la conflictividad política y social. El economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, analiza los impactos que tendrá este entorno de elevada tensión en el Perú.
En las últimas proyecciones de BBVA Research de diciembre, estima que en el 2023 el Perú crecería 2.5% ¿Ha cambiado esta proyección con la conflictividad que se vive actualmente?
El informe lo publicamos el 6 de diciembre (del 2022), antes del golpe de Estado de Pedro Castillo. Nuestra proyección era de 2.5% para este año, pero con sesgo a la baja porque preveíamos que las tensiones políticas iban a ser muy complicadas. En ese momento no esperábamos todos los acontecimientos que estamos viendo últimamente, pero sí pensamos que el proceso de vacancia iba a generar problemas.
¿Qué tanto se ha complicado el escenario para el 2023?
Hay una parte que ha sido asimilada como favorable: que durante la gestión de Castillo vimos un gobierno muy malo que no estaba gestionando adecuadamente las políticas públicas. El sector público perdió capital humano y había un escenario muy sombrío de que en los próximos cinco años íbamos a ver un deterioro permanente de la gestión pública. Tener ahora un gabinete de expertos que conocen los temas, trae algo mejor. Sin embargo, la tensión en la calle y en la política se han elevado en un nivel que creo que han aumentado mucho la incertidumbre y hacen difícil vislumbrar la salida. Esa mayor incertidumbre nos dice que hoy estamos en una situación más delicada que hace cuatro o cinco semanas.
¿Ya podemos comenzar a hablar de un crecimiento menor al proyectado de 2.5%?
En el escenario base de la proyección había un factor que era un escenario externo más retador: la desaceleración de la economía mundial. Y teníamos un factor de riesgo que era la complicación de la situación política. Las tensiones políticas se han exacerbado, es decir, ese factor de riesgo se ha materializado, lo que nos llevaría a tener un revisión de la baja de nuestra previsión de crecimiento. Pero, por otro lado, la situación externa ha mejorado, porque ya no se habla de una recesión sino de una muy débil, moderada, de fácil gestión.
¿Qué ha hecho mejorar el entorno externo?
Se tienen precios del cobre a US$ 4.20 que no se esperaban hace un mes y hay la posibilidad de que la FED no ajuste tanto su tasa, ni tampoco el Banco Central Europeo. China incluso está flexibilizando sus medidas de confinamiento para contener el covid-19 y tomando medidas de expansión del crédito por el lado monetario. El panorama internacional que hasta hace cuatro semanas era muy incierto, ha mejorado.
¿Qué va a pesar más este año sobre la economía: la situación interna o el contexto internacional?
Si se mantiene este nivel de tensiones políticas, ese elemento va a pesar más. Los emprendedores, las empresas o las familias que tienen que decidir si compran un bien durable como una vivienda, en este entorno de fuerte confrontación política que no sabemos cómo puede acabar, donde no hay interlocutores válidos por el lado de las personas que están protestando, están en una situación complicada. En ese escenario vemos mucha incertidumbre y puede afectar a la inversión, la generación de empleo y al gasto de consumo.
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Medidas económicas positivas
¿El coyuntura que estamos viviendo el plan Con Punche Perú tiene las medidas adecuadas?
El ministro conoce muy bien el sector, ya ha sido viceministro y da señales que generan confianza. Parte del programa está enfocado en actividades que requieren apoyo, para el caso de turismo, por ejemplo, y geográficamente, por el lado del sur, también. Hay que ver si las medidas se despliegan rápidamente y ayudan a contener este malestar que hay en segmentos de la población. Son medidas positivas.
¿El MEF está haciendo bien si trabajo en este momento de crisis?
No me parece muy elegante tener que cuestionar a una cartera y, en general, a todo el gabinete que en estos momentos está pasando una coyuntura muy complicada. Se están haciendo los esfuerzos, (aunque) podemos estar de acuerdo o no con una u otra medidas. En el agregado, no me parecen mal las iniciativas que se han lanzado.
El camino tomado para aliviar a las familias es el de los subsidios, ¿es adecuado?
Se requieren medidas de carácter transitorio, porque hay afectación de personas que están al medio del conflicto, que quieren salir a trabajar, reactivar sus negocios y, por esta situación complicada, se están viendo impactadas. Lo primero que se requiere es apaciguar los ánimos y luego apuntalar las medidas económicas donde sea necesario.
Un pedido poco oportuno
¿Y las medidas planteadas en el pedido de delegación de facultades?
El pedido es poco oportuno en esta coyuntura. Su aprobación requerirá de un consenso, primero en el Congreso, y de una aceptación social de las políticas que se quieren implementar. La delegación de facultades es una ventana de oportunidad para hacer pequeñas reformas y no hay que desaprovecharla. La coyuntura exige concentración total en otros temas más vinculados a la crisis política que a temas de largo aliento.
La inflación sigue siendo una preocupación para la población. ¿Cuál es su expectativa?
Cederá, sobre todo en la segunda mitad del año. Los precios internacionales de alimentos y combustibles ya lo están haciendo. A nivel local se han agregado algunos elementos como el bloqueo de carreteras y la ausencia de lluvias en algunas zonas, que podría disminuir la oferta de alimentos en algunos meses. Esto nos hace anticipar que la inflación seguirá siendo algo complicada en el primer semestre, en particular en el primer trimestre las tasas pueden estar por encima de 8%.
¿Cuál es el riesgo de la persistencia de esta inflación aún alta?
El problema es que se exacerben las expectativas de inflación. Que el público y las empresas en general empiecen a percibir que la inflación va a ser más alta, desancla las expectativas. Cuando esto ocurre, la inflación se hace más persistente porque cuando se negocian salarios, etiquetas tus precios o cuando haces nuevos contratos, vas a imputar una inflación esperada más alta, y los precios van a seguir altos, pateando la inflación hacia adelante.
La respuesta del BCR ha sido subir la tasa de interés. ¿Cuánto más puede hacerlo?
A pesar de la desaceleración de la economía, el BCR hace muy bien en seguir ajustando la política monetaria, por un lado, para seguir dando señales y evitar una mayor desanclaje de las expectativas y, por el otro, para que la tasa de interés de referencia, en términos reales (ajustada por inflación esperada), se mantenga más o menos estable; no se vuelva tan baja o incluso negativa. Ahora la tasa está en 7.75% y se podría subir un poquito más.
¿La subida de la tasa del BCR dependerá de las cifras de inflación de los próximos meses?
Es probable que la inflación de enero venga alta, por encima de 9%, por dos razones: la base de comparación, pues enero del año pasado la tasa fue muy baja, de 0.04%; y los bloqueos que vienen generando desabastecimiento en los mercados, lo que también tendrá una incidencia. Por ello, la inflación seguirá alta en el primer trimestre. En el segundo semestre tendría un descenso franco y cerraría el año alrededor de 3.5%.
Preocupacion por impacto de conflictividad en la economía
Entonces, si hacemos un balance, ¿la conflictividad que se vive en el país afectará tanto al crecimiento como a la inflación?
Más al crecimiento de la economía que a la inflación. Si estos eventos se moderan, se revierten rápidamente esos incrementos en precios. Donde está complicado es en el impacto de la conflictividad política sobre la economía. Veo con preocupación el impacto que esto va a tener sobre las decisiones de inversión de emprendedores, pequeños empresarios, así como en los grandes. También en las decisiones de consumo de las familias, que serán más cautelosas; un mercado laboral menos dinámico, y eso podría incidir en el resultado económico del año. Ojalá esta situación termine en buenos términos. Lamentamos todos el fallecimiento de tantos compatriotas de manera innecesaria. Esperamos que esto se calme y retomemos nuestros emprendimientos y prosperidad.
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