En el 2020, con la llegada de la pandemia del COVID-19 al Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), decidió suspender la aplicación de las reglas fiscales para tener espacio del gasto que se requería para hacer frente a la crisis sanitaria.
De esta manera, el Estado podía gastar sin tener la restricción que impone una regla que precisa cuál es el déficit fiscal máximo que puede tener el país.
Es así que en el 2020, el déficit fiscal llegó a ser de casi 9% del PBI, cuando debió ser de 2% si se hubiese mantenido la regla que estaba vigente. La suspensión se mantuvo para el 2021, pero el déficit fue de 2.6% el año pasado, aunque también por encima del 1.8% de la regla suspendida por el Poder Ejecutivo.
Pedido de Fitch
Tras dos años de suspensión de reglas, el MEF solo ha restablecido la regla para el año 2022, en que el déficit fiscal no puede ser superior a 3.7% del PBI y la deuda pública no puede superar el 38% del PBI.
Frente a ello, la calificadora internacional de riesgo soberano, Fitch Ratings, pidió al Perú el restablecimiento de las anclas de la política fiscal, pues considera que “será importante para señalar de manera creíble el plan del Gobierno para la reducción del déficit y la gestión de la deuda”.
Tras un crecimiento estimado de 13% en el 2021, Fitch no espera que un avance económico tan alto continúe en los años 2022 y 2023, lo que otorga una mayor responsabilidad a una política fiscal clara para la consolidación del déficit y la deuda.
“El déficit mejorado del 2021 reduce el punto de partida para la reducción del déficit durante 2022-2025. Dicho esto, Fitch no espera que el Gobierno regrese a un déficit del 1% del PBI en 2023. Se requerirá capital político adicional para reducir el déficit de manera sostenible por debajo del 2% del PBI, suponiendo un regreso a los niveles previos a la pandemia de gasto corriente financiero”, señala.
Confianza
Para la calificadora internacional, la confianza en la readhesión del Gobierno peruano a sus anclas de política fiscal es un factor importante para el perfil crediticio soberano. La calificación de Perú fue degradada a ‘BBB’/perspectiva estable en octubre pasado.
En Corto
Trayectoria. En el Marco Macroeconómico Multianual se planteó una trayectoria de ajuste fiscal para llegar a un déficit de 1% del PBI en el año 2026. Sin embargo, esta trayectoria no cumple con la regla fiscal suspendida que precisa que el déficit debería ser 1.3% en 2023. Por ello, es necesario que se publique una nueva norma con la trayectoria renovada.
- Perú no cumplió con regla fiscal en últimos siete años-
Fitch Ratings afirmó que el Perú no ha cumplido con la regla fiscal ordinaria durante los últimos siete años (2015-2021), ya que respondió al precio del cobre, las inundaciones y los shocks pandémicos, lo que resultó en reservas de ahorro agotadas y un aumento moderado de la deuda.
Precisamente, remarcó que la deuda del Gobierno peruano, respecto a su PBI, todavía está muy por debajo de la mediana los países con calificación ‘BBB’ de 60.3%. Sin embargo, otras características fiscales son más débiles. El índice de interés/ingresos y la participación de la deuda en moneda extranjera de Perú son más altos que la mediana ‘BBB’. El endurecimiento monetario generará mayores costos de financiamiento para el país en 2022-2023.