El grupo automotor japonés Toyota invertirá US$ 3,000 millones más en sus fábricas de Estados Unidos de aquí al 2022 para reforzar su producción allí con el fin de evitar posibles aranceles adicionales sobre las importaciones de automóviles.
La compañía prevé inyectar ese dinero sobre todo en sus fábricas del sur (Alabama, Kentucky y Tennessee) y esperar crear más de un millar de empleos, precisó en un comunicado.
Toyota ya tenía previsto invertir US$ 10,000 millones en Estados Unidos antes de los US$ 3,000 millones anunciados este jueves.
"Estas últimas inversiones son una nueva ilustración de nuestra voluntad a largo plazo de producir donde vendemos", dijo Jim Lentz, el director de Toyota para América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México).
"Al aumentar nuestra presencia manufacturera en Estados Unidos, podemos servir mejor a nuestros clientes y concesionarios", añadió el dirigente.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había criticado a la compañía japonesa en el 2017 por vender en Estados Unidos coches producidos en México.
Para tranquilizar al inquilino de la Casa Blanca, Toyota había anunciado la construcción de una nueva fábrica en Alabama en asociación con la también japonesa Mazda por US$ 1,600 millones.
Las nuevas inversiones anunciadas este jueves no tienen nada que ver con esa filial conjunta y llegan semanas después de la decisión de la ítalo-estadounidense Fiat Chrysler de aumentar su presencia en el país.