Peruanos no llegan a fin de mes: entre sacrificar productos y hallar nuevos ingresos

De este modo, a partir del ingreso total mensual del hogar y los gastos realizados durante el mes, considerando categorías como alimentos, salud, educación, entre otros; un 42% de los consultados indicó que al cierre del mes llegan “con cierta o mucha dificultad”.

Dicha situación se profundiza, sobre todo en el norte y el sur del país y en personas mayores a 36 años de los niveles socioeconómicos C y D, quienes aceptaron tener “cierta dificultad” para cubrir los gastos.

“El norte; por ejemplo, es una plaza que viene contrayendo su consumo en categorías como alimentos, electro y licores, por distintos factores. Sin embargo, el principal es el fenómeno de El Niño que ha impactado fuertemente en la dinámica de la economía local, ocasionando que hoy un 48% llegue con dificultad a cubrir sus gastos de consumo familiar. Esto no significa un abandono de la categoría, pero sí la posible migración a marcas de menor valor o sustitución de productos”, señaló José Oropeza, socio director de Impronta Research.

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Así, el ejecutivo destacó que en estas situaciones, por lo general, se sacrifican productos no considerados de primera necesidad, como es el caso de bebidas alcohólicas, algunos tipos de alimentos y afines, que son reemplazables por sustitutos. “Es el caso de los cárnicos y otros consumidos con menos frecuencia. También se considera a las categorías de ocio o entretenimiento”, añadió.

Oropeza explicó que en este año, la canasta básica familiar llegó a S/415 por habitante del hogar, lo que significó un incremento de alrededor del 9% en relación al 2022; ello, como consecuencia de un incremento en los precios de al menos el 44% de los productos que componen la canasta familiar.

“Es muy difícil estimar el impacto de la canasta en el 2024, a pesar de que se estima estar en el rango meta de inflación durante el siguiente año, sus efectos en los precios no serán inmediatos y este presupuesto se debería mantener al menos en los primeros meses del año”, refirió.

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¿Cómo cubren sus gastos?

Ante la necesidad de cubrir sus gastos, un 29% de peruanos sostuvo que buscará un ingreso adicional para proveerse de recursos económicos. “Es posible que estén buscando una segunda o tercera fuente de ingreso, la cual puede ser por planilla o autogenerado por un emprendimiento”, agregó.

Adicionalmente, solo un 11% de encuestados afirmó que efectuaría uso de sus ahorros para alcanzar llegar a fin de mes con sus compromisos. La baja recurrencia a esta opción porque solo un 40% de peruanos tiene cultura de ahorro; en tanto que el 60% ahorra cuando puede o no ahorra.

“Hay 34% que ahorra todos los meses pero el porcentaje varía por mes; esta poca planificación es consecuencia de la incertidumbre que afrontan los hogares en torno a la economía y los distintos niveles de dificultad para cubrir sus necesidades”, anotó.

El principal destino del ahorro está relacionado al desarrollo de un negocio propio a fin de tener una segunda fuente de ingreso. A su vez, los que ya cuentan con un negocio piensan en invertir; además, de considerar un monto para cubrir emergencias del hogar.

¿Mejorará la economía del hogar?

De cara al 2024, seis de cada 10 peruanos esperarían una mejora de su economía familiar durante el primer semestre del próximo año, especialmente, en Lima. En contraparte, un 7% se mostraría pesimista particularmente en el norte y sur del país.

“Este pesimismo es marcado entre la población de 46 y 55 años y, principalmente, en los niveles socioeconómicos B y D; estos segmentos de consumo suelen ser muy críticos pues son muy sensibles a los cambios económicos que puedan generarse en el corto plazo”, expresó el ejecutivo de Impronta.

En torno a la situación económica del país, Lima con 41% y la región centro con 40% son las plazas en donde se percibe una mejor perspectiva de la economía para los primeros seis meses del 2024. Esta percepción corresponde a jóvenes y adultos de 18 a 45 años.

“En estos rangos de edad se cruzan 2 generaciones; los más jóvenes (centennials) viven en un alto porcentaje con sus padres, por lo menos siete de cada 10; mientras los millennials, al menos seis de cada 10, se encuentran construyendo una familia. En ambas generaciones, la tenencia de hijos es una variable de gasto que aún no incorporan a su presupuesto, por lo que suelen tener mayor holgura económica”, enfatizó.

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SOBRE EL AUTOR

Mayumi García

Bachiller en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Santa. Con 11 años de experiencia profesional en comunicación escrita y digital. Trabaja en el Diario Gestión desde noviembre del 2021. Laboró anteriormente en la Sociedad Nacional de Industrias y el diario La Industria de Chimbote.