Los estampados de animales en tonos tenues en todas las prendas, desde faldas sueltas hasta zapatos, están de última moda en este momento y disponibles en la tienda tecnológicamente avanzada de Zara en el centro comercial Stratford de Westfield, al este de Londres.
Pero a su matriz, Inditex SA, le está resultando más difícil mantenerse a la vanguardia en estos días. El miércoles reportó el crecimiento de ingresos más débil en cuatro años en los seis meses hasta julio, aunque ofreció tranquilidad al pronosticar que el crecimiento de las ventas y la rentabilidad se acelerarán en la segunda mitad del año.
Esa proyección es bienvenida, pero parece optimista por varias razones.
En primer lugar, como he argumentado, la competencia está aumentando. Las opciones más baratas de Primark en moda rápida, en entornos de tienda cada vez más sofisticados, ha convertido al minorista propiedad de Associated British Foods Plc en una fuerza a tener en cuenta. Esto no solo se observa en el sector de descuentos, sino que también es un problema real en el mercado medio.
Aunque Hennes & Mauritz AB ha estado en primera línea en este segmento, es también donde operan las marcas de Inditex. Y no es inmune. El análisis de Morgan Stanley descubrió que los precios de Inditex bajaron hasta un 25% en algunos mercados y eso podría ser una reacción a las compañías de descuento.
La compañía está respondiendo colocando áreas de exhibición, que destacan los artículos que están más de moda, tanto en la tienda como en línea, y en un entorno boutique en algunas tiendas, como en Stratford, Tokio y Milán. Si bien eso puede ayudar a diferenciar su oferta de la moda barata de Primark, no puede detener la marea del ataque de valor.
En segundo lugar, aunque Inditex ha tenido una ventaja considerable con su modelo de negocio que puede reaccionar rápidamente a los cambios de tendencias, gracias en parte a su estrategia de abastecer cerca del 60% de su ropa en España, Portugal y África del Norte, otros se están poniendo al día.
Rivales desde la británica Next Plc al minorista estadounidense. Kohl’s Corp. también están trabajando para introducir las tendencias en las tiendas más rápidamente. Y algunos actores británicos de ventas por internet, como Boohoo Group Plc y Quiz Plc también obtienen más del 50% de sus artículos en el Reino Unido, reduciendo el tiempo requerido desde la fabricación a la entrega.
Tal vez lo más sorprendente es que Inditex ha podido mantenerse a la vanguardia durante tanto tiempo. Los rivales aún tienen un largo camino por recorrer para alcanzarla, pero los mayores desafíos no ayudan.
Finalmente, las operaciones centralizadas de la compañía en España, y el llamado "abastecimiento de proximidad", significa que incurre la mayoría de sus costos en euros, aunque sus ingresos provienen cada vez más de fuera de la zona del euro, según el analista Geoff Ruddell de Morgan Stanley. Ese desfase de divisas se está convirtiendo en un problema mayor.
Inditex sigue siendo uno de los grandes. También merece crédito por adaptarse al entorno más desafiante, abrir menos tiendas pero más grandes e integrar la tecnología en sus operaciones. Esto incluye la introducción de etiquetas de identificación por radiofrecuencia para, por ejemplo, poder cumplir con los pedidos en línea de las existencias en sus tiendas.
Pero la vida es cada vez más difícil, incluso para esta superestrella.
Las acciones subieron alrededor de un 3% el miércoles, pero aún registran una baja del 9% desde que Morgan Stanley bajó la recomendación a infraponderar hace dos semanas.
Las acciones se negocian con una relación precio/beneficio futuro de apenas por debajo de 22 veces, superior al promedio de 19 veces para los rivales de Europa occidental. Pero para mantener su valoración líder, Inditex tendrá que demostrar que puede superar las amenazas tanto de los avances en las ventas en Internet como de los rivales de descuento. Su rendimiento históricamente superior y su sólido balance son un buen punto de partida.
Pero este leopardo va a tener que cambiar algunas de sus manchas para seguir superando a sus rivales.
Por Andrea Felsted
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.