El presidente del gigante chino Huawei refutó este martes que el grupo mantenga cualquier vínculo con los servicios de inteligencia de Pekín, en momentos en que el proveedor de equipos de telecomunicaciones enfrenta una ola de rechazos de sus equipos 5G en Occidente.
"No hay pruebas de que Huawei amenace la seguridad nacional de cualquier país que sea", dijo Ken Hu en una conferencia de prensa brindada en la sede de la empresa, ubicada en Shenzhen (sur de China).
Huawei ha tenido un 2018 difícil. Estados Unidos, preocupado por el avance chino en el sector tecnológico, intenta convencer a sus aliados para que no utilicen equipos del grupo chino. Además, ha obtenido recientemente en Canadá la detención de su directora financiera.
Huawei ha visto en los últimos meses rechazados sus equipos en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, mientras medios de prensa se refirieron a dudas sobre Huawei en Reino Unido, Francia y Alemania.
A esta lista se añadió el lunes República Checa, cuya Agencia de seguridad de la información y ciberseguridad consideró que tanto el software como el hardware del grupo chino representan una amenaza para su seguridad nacional.
Las futuras redes 5G se perfilan como los motores de la transición digital de las economías, de los vehículos autónomos y la inteligencia artificial. Sectores en los que Pekín aspira convertirse en el número uno mundial.
Ante las inquietudes de espionaje occidentales, Huawei decidió este martes abrir sus laboratorios de investigación a los periodistas y ofrecer una conferencia de prensa.
Ken Hu afirmó en la misma que sus clientes continúan confiando en sus servicios, a pesar de lo que él considera una campaña de desprestigio contra sus equipos.
"Prohibir a un grupo en particular no va a resolver los problemas de ciberseguridad", añadió.
Huawei intenta desde hace más de un año convencer al mundo de que no tiene el menor vínculo con la inteligencia china, y señala que la empresa pertenece al 100% a sus empleados, y no al Estado ni al ejército.
Para tranquilizar a los operadores de internet, el grupo les brinda acceso a sus equipos en sus laboratorios de desarrollo, donde pueden desarmarlos por completo y también acceder a su código fuente.
El presidente del grupo, sin embargo, evitó hacer comentarios sobre la detención, a principios de diciembre en Canadá, de su directora financiera, Meng Wanzhou. La justicia estadounidense la considera sospechosa de complicidad en un fraude para eludir las sanciones de Washington contra Irán.
"Confiamos en la imparcialidad e independencia de los sistemas judiciales de los países involucrados", se limitó a comentar. "Esperamos un desenlace justo de este caso", agregó.