En el 2010 ocurrió uno de los eventos naturales que más pérdidas le generó al turismo de Cusco, en Perú. Las intensas lluvias desbordaron el río Vilcanota, produciéndose un huaico que dejó a Machu Picchu Pueblo totalmente aislado, once muertos y pérdidas por más de US$ 300 millones. El último 22 de enero un nuevo huaico ocurrió en la misma zona: 889 turistas evacuados y un pueblo nuevamente desconectado vialmente.
Según dijeron la Sociedad Hoteles del Perú (SHP) y la Asociación Peruana de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo Especializado (Aptae) a Gestión.pe, se estima que el tren a Machu Picchu recién normalice sus operaciones el próximo fin de semana. A cuatro días del suceso, se estima que US$ 1 millón se ha perdido por la afectación al turismo. “Varios pasajeros han cancelado su itinerario y se ha tenido que devolver dinero a las agencias y a los mismos usuarios”, indicó Francisco Basili, representante de la Aptae.
“El destino turístico que más divisas le genera al país es vulnerable ante el clima y está en peligro”, añade José Koechlin, presidente de la SHP y CEO de Inkaterra, cuyo café restaurante deberá ser casi reconstruido tras el huaico. El empresario ha solicitado la declaratoria de emergencia en la zona para que se permita viabilizar un proyecto que mitigará el impacto económico de las fuertes lluvias en el lugar -que se presentan sobre todo entre enero y marzo-, pero que aún espera financiamiento.
Conversaciones con el MEF
El proyecto (código 2352289) valorizado en S/ 46.1 millones abarca la gestión de riesgos en las tres cuencas -río Aguas Calientes, río Alcamayo y río Vilcanota- que pasan por Machu Picchu Pueblo, e incluye trabajos en las cabeceras de cuenca, la instalación de diferentes tipos de defensa ribereña y la construcción de otras obras de infraestructura para lograr el adecuado encausamiento de los ríos, explicó Gerardo Lovon, director ejecutivo del Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente (IMA) del Gobierno Regional del Cusco.
Según indicó, la elaboración del proyecto comenzó en el 2017 y en julio del 2021 logró aprobarse el expediente técnico. Se propuso dos esquemas de financiamiento, a través de Obras por Impuesto (OxI), “pero por las tensiones y coyuntura política no hubo acogida de inversionistas”; y el segundo, a través del Gobierno Regional. Sin embargo, el presupuesto total de la autoridad para gestión de riesgos apenas llega a S/ 35 millones.
Se trabaja en una tercera alternativa. “Hemos conversado (ayer lunes) con el viceministro de Economía (Álex Contreras) y tres congresistas de la región y uno de los puntos que hemos abordado es el financiamiento del proyecto. Se propone hacerlo en etapas. Una primera, por S/15 millones para las obras en cabecera de cuenca. el viceministro ha dicho que encaminará este procedimiento, pero ya es decisión política”, mencionó.
Al respecto, Koechlin subrayó que para que el proyecto se ejecute con la velocidad que se requiere “necesitamos que se declare en emergencia, para enfatizar la necesidad de emergencia porque es probable que otro huaico suceda en cualquier momento y haría colapsar varios edificios, la estación del tren, impactando negativamente sobre el principal atractivo turístico de Sudamérica, afectando la economía del 60% de familias en Cusco que viven del turismo”, anotó.
Cabe mencionar que el pueblo de Machu Picchu depende del tren para poder garantizar sus alimentos. Asimismo, de cada diez turistas, siete va a la ciudadela inca por tren y tres por el acceso Santa María-Hidroeléctrica.
Lenta reactivación del turismo
Pese a la temporada de lluvias, el ánimo de los visitantes nacionales por conocer una de las maravillas del mundo, la ciudadela inca de Machu Picchu, producía expectativa en los empresarios cusqueños. Pero los huaicos y el paro agrario -que se suspendió ayer- empiezan a afectar el flujo de visitantes, que aún no llegaba ni al 60% del nivel prepandemia.
Se estima en cerca de 8,000 los turistas afectados, quienes no pueden recorrer los circuitos turísticos comprados con antelación; entre nacionales y extranjeros. Éstos últimos, procedentes principalmente de Estados Unidos, México, Colombia y Rusia.
“Estamos en una situación de caos total. los turistas no pueden moverse, no hay fluidez y eso genera un gran perjuicio económico y de imagen del país”, se lamentó Basili.