Bajo una nueva realidad en la que se espera no ser contagiado por el COVID-19, los ciudadanos en la capital han cambiado la forma de transportarse desde que se levantó la cuarentena -a fines de junio-, dejando de lado el uso de transporte público y en su lugar, usar bicicletas.
Así, en las últimas semanas se observó una demanda creciente de este medio de transporte; en tanto un reciente estudio de opinión de Lima Cómo Vamos también revela cambios en el modo de trasladarse.
El estudio señala que un 38% de los encuestados utilizaría modos activos de transporte, como bicicleta, caminatas o equivalentes después de la cuarentena, lo que representa una subida respecto al uso registrado antes de la cuarentena (17.5%).
Bajo este escenario, surge la duda respecto a qué hace falta para que el uso de la bicicleta en Lima Metropolitana pueda darse con mayor fluidez.
Al respecto, la directora ejecutiva de Lima Cómo Vamos, Mariana Alegre, indicó a Gestión.pe que además de tener una infraestructura segura que involucre el diseño, señalización y conectividad, es importante y necesario regular las velocidades de los autos particulares o los vehículos motorizados en general.
Y es que según detalló, el estudio de opinión mencionado también revela que el principal temor de los usuarios de la bicicleta, sean o no sean experimentados, es ser atropellados.
“Hay unos que migran del transporte público a la bicicleta, migran del taxi a la bicicleta y así. Entonces es buscar que los vehículos no vayan a tanta velocidad. Para eso hay que modificar las velocidades en las vías”, dijo.
Detalló que dichos cambios deben ser establecidos por cada municipio y estás serán aplicadas en las vías de sus respectivas jurisdicciones.
A modo de ejemplo, indicó que se podría aplicar el esquema “Zona 30″, donde en un área urbana la velocidad máxima para los vehículos es de 30 km/h.
Es preciso mencionar que desde fines del año pasado la Municipalidad de Lima aplica el esquema “Zona 30” en las calles y los jirones dentro del perímetro del Damero de Pizarro, formado por las avenidas Tacna, Nicolás de Piérola, Abancay y el río Rímac.
Ciclovías inclusivas
Desde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se anunció -en abril pasado- que se fomentará el uso de bicicletas y se implementarán carriles exclusivos para movilizarse como un medio alternativo de transporte, a fin de cortar la cadena de contagios del coronavirus.
El titular del sector, Carlos Lozada, señaló que a través de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU) y el Programa Nacional de Transporte Urbano Sostenible (Promovilidad) se trabaja en una estrategia para conectar con hospitales, centros de abastos y escuelas.
Según dijo, se habían identificado más de 250 kilómetros de ciclovía que aún no están articulados.
Para Alegre, no es solo implementar ciclovías, si no, es llegar a tener una ciudad con ciclovías inclusivas.
“Lo que implica que se coloquen ciclovías donde es necesario, pero no donde no lo es. Más bien, se trabaja con el mecanismo de calmar el tráfico, de masificación de tránsito y otros. No es tener ciclovías en cada calle de la ciudad, hay calles que no lo merecen, pero hay otras calles que requieren ciclovías segregadas”, sostuvo
Sistema integrado, placa y seguros
Medellín, capital de la provincia de Antioquia en Colombia, cuenta con un sistema integrado de transporte, la cual está articulada entre buses de diversas empresas, el sistema del Metro y finalmente a la bicicleta. La ciudad de Lima no lo tiene y eso es lo que hace falta para que las personas puedan seguir utilizando este vehículo dos ruedas, señala Luis Quispe, presidente de Luz Ámbar.
Señala que en Lima Metropolitana solo entre el 0.7% y 0.8% de la población utiliza la bicicleta como medio de transporte, en tanto por la pandemia del COVID-19, su uso podría acelerarse y saltar a un 3% el próximo año, considerando los planes que tiene el MTC respecto a la implementación de ciclovías.
“Somos la única ciudad de Sudamérica que no tiene un sistema de transporte integrado. Con este sistema un pasajero que está en Carabayllo puede hacer los transbordos necesarios hacia su destino pagando un solo pasaje, esa es la ventaja. Entonces, el uso de la bicicleta aumentará con las medidas implementadas (por el MTC) y ciclovías interconectadas”, sostuvo.
Partiendo de que el principal temor de las personas que utilizan bicicleta es el miedo a ser atropellados, Quispe consideró necesario establecer un seguro de vida para quienes utilicen este servicio.
De igual manera, dijo que es importante inscribir el la bicicleta en los Registros Públicos, a fin que puedan ser identificados con una placa (como los autos o las motos), a fin de enfrentar los posibles robos de este medio de transporte.