Tecnofobia: ¿qué impacto tienen las nuevas tecnologías en nuestra mente?
La llegada de las nuevas tecnologías a nuestra vida diaria ha supuesto un cambio a gran escala. Los PC, las tablets y los teléfonos móviles nos facilitan estar conectados a la red durante todo el día.
Esta novedad ha modificado la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno. En muchos casos, este acceso rápido y eficaz a información y comunicación nos ha facilitado la vida, dándonos más posibilidades laborales, de ocio y de abrir nuestro círculo de amistades.
Sin embargo, los psicólogos llevamos tiempo advirtiendo de las consecuencias negativas del uso y abuso de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, se han detectado fenómenos como la nomofobia, el síndrome FOMO o el tecnoestrés, que nos hablan de un uso con consecuencias negativas a nivel de salud mental.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre la tecnofobia. Esta fobia se caracteriza por un miedo irracional hacia todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías y el entorno digital.
Tecnofobia: ¿qué es?
Tenemos un mundo por descubrir. Información de todo tipo, vídeos y documentales, películas descargables a un solo click de distancia, juegos (la mayoría de ellos gratuitos), etc. Un entorno nuevo y fascinante para la mayoría de la población.
No obstante, varias investigaciones apuntan a una minoría que siente auténtica aversión a lo tecnológico. Larry Rosen, psicólogo e investigador de la Universidad de California, estableció tres subtipos de tecnofóbicos:
-
Tecnofóbicos cognitivos: usan las nuevas tecnologías con temor y miedo, porque sienten que no están formados para usarlas.
-
Tecnofóbicos incómodos: no dominan las nuevas tecnologías, las utilizan pero sienten cierta incomodidad.
-
Tecnofóbicos ansiosos: el subtipo más patológico. Se experimenta un temor irracional cuando se usan las nuevas tecnologías.
Así pues, las personas que experimentan tecnofobia pueden presentar síntomas que van desde lo leve y no patológico (leve malestar, incomodidad…) hasta lo patológico, cuando notan ansiedad y desasosiego.
Causas frecuentes
Hay distintas causas de fondo que pueden desencadenar estas situaciones ansiosas y estresantes. Así como ocurre con las distintas fobias que afectan a los humanos, la tecnofobia puede deberse a una asociación de ideas que lleva a la aversión.
Por ejemplo, si un usuario no se siente confiado y capaz de usar la tecnología con unos mínimos de efectividad, puede ser que paulatinamente desarrolle incomodidad y aversión hacia cualquier actividad que involucre lo tecnológico.
De hecho, varias investigaciones muestran que el miedo a lo desconocido es la causa de que los adultos mayores de 40 años sean más propensos a desarrollar tecnofobia. Tal como concluye Rosa Farah, “no son los aparatos tecnológicos los que causan el miedo, sino su propia incapacidad para utilizar los dispositivos”.
Los expertos señalan que el condicionamiento clásico es el mecanismo cognitivo que conduciría a experimentar esta sensación de malestar intenso.
Síntomas
Tal como hemos apuntado a lo largo del artículo, hay distintas formas en que se manifiesta el fenómeno de la tecnofobia. Por tanto, los síntomas y la intensidad de los mismos pueden ser muy diferentes según el individuo que estudiemos.
Sin embargo, los síntomas más frecuentes de la tecnofobia son los siguientes:
-
Sentimientos de miedo y, en casos graves, pánico
-
Ansiedad y angustia irracionales
-
Falta de concentración
-
Evitación del estímulo temido
-
Palpitaciones
-
Nerviosismo
-
Sudoración
-
Dificultad para respirar y sensación de sofoco
-
Temblores
Tratamientos eficaces
En los casos leves, una aproximación en positivo a las nuevas tecnologías, con formaciones para que el usuario se sienta capaz de desenvolverse, suele ser una solución efectiva. El usuario puede realizar cursos formativos breves y prácticos, con el fin de dotarle de las destrezas básicas para manejarse en el nuevo entorno digital.
En casos de mayor gravedad, será necesario el soporte psicológico para la persona afectada. La psicoterapia ha demostrado ser la vía más eficaz para el tratamiento de todo tipo de fobias y miedos irracionales. La terapia cognitivo-conductual es, además, la más recomendada y la que cuenta con un mayor aval científico.
Durante las sesiones de psicoterapia se usarán técnicas de relajación y técnicas de exposición al estímulo aversivo, como la desensibilización sistemática. Con esta técnica, el paciente es expuesto a las nuevas tecnologías y, ayudado del psicólogo, va aprendiendo distintas formas de afrontamiento, por lo que gradualmente es más capaz de desenvolverse sin sentir miedo ni ansiedad.