Lifelong learning: cómo las empresas deben capacitar a sus equipos

Por Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú

La necesidad de capacitar continuamente al talento es crucial para que las empresas y sus colaboradores prosperen en un entorno laboral que se transforma rápidamente. La digitalización, la automatización y la evolución constante de los mercados hacen que las habilidades queden obsoletas con mayor rapidez, lo que convierte el aprendizaje continuo en una estrategia esencial.

La tecnología evoluciona a un ritmo acelerado, transformando los procesos y las herramientas de trabajo. Por ello, la capacitación constante garantiza que los colaboradores desarrollen las competencias digitales necesarias para operar de manera eficiente con las nuevas tecnologías y adaptarse a los cambios del sector.

Los colaboradores bien capacitados son más eficientes, productivos y autónomos. La formación continua perfecciona sus habilidades y conocimientos, lo que les permite entregar resultados de mayor calidad y contribuir al éxito general de la empresa.

Por otro lado, las empresas que invierten en el desarrollo profesional de sus equipos suelen  contar con profesionales más satisfechos, comprometidos y leales. La oportunidad de crecimiento reduce la intención de dejar la empresa y fomenta un mayor compromiso con la organización.

Un equipo con conocimientos actualizados y habilidades nuevas puede, a su vez, aportar ideas frescas y perspectivas innovadoras. Una cultura de aprendizaje continuo promueve la creatividad y la colaboración, factores que benefician la innovación en toda la organización.

En un contexto de alta competitividad, las empresas que fomentan una cultura de aprendizaje están mejor preparadas para enfrentar las disrupciones del mercado. La capacitación continua ayuda a desarrollar la resiliencia y la agilidad en los equipos, lo que permite a la organización pivotar rápidamente ante nuevas tendencias o desafíos.

¿Qué es el lifelong learning?

Este enfoque se refiere al proceso continuo de adquisición de conocimientos, habilidades y competencias a lo largo de toda la vida de una persona.  El aprendizaje no se limita a la educación tradicional en la infancia, adolescencia y juventud, sino que es un proceso permanente que puede ocurrir en diversos entornos y momentos.

Esta práctica ayuda a las personas a mantenerse relevantes en el mercado laboral, y a adaptarse a los cambios tecnológicos y económicos. También permite un desarrollo personal, contribuyendo al crecimiento profesional, y la autoestima. Otro beneficio clave es que fomenta la innovación y la creatividad al exponer a las personas a nuevas ideas y perspectivas. Por último, algunos estudios sugieren que el aprendizaje continuo puede tener beneficios para la salud mental y física, generando bienestar entre los colaboradores.

Este aprendizaje se puede adquirir a través de cursos, programas y grados académicos. Para continuar fortaleciendo habilidades y conocimientos, resulta necesario, de igual manera, el aprendizaje autodirigido, con cursos de actualización, talleres y seminarios in company, entre otros. También se aprende a través de la experiencia laboral, el voluntariado y otras actividades prácticas en el día a día.

Existe una amplia gama de recursos disponibles para el lifelong learning: plataformas de aprendizaje en línea, bibliotecas, recursos educativos como libros, revistas especializadas y publicaciones en línea, y comunidades de aprendizaje (grupos de personas con intereses comunes que se reúnen para aprender y compartir conocimientos). A esto se suman los cursos de capacitación in company, los mentores, los compañeros de trabajo más experimentados y los grupos de mejora continua, entre otros.

El aprendizaje a lo largo de la vida es esencial en un mundo en constante cambio, donde la adaptabilidad es clave para el éxito personal y profesional. Las empresas líderes promueven esta cultura entre sus colaboradores y los profesionales exitosos la han adoptado como parte de su desarrollo personal.