(AP).— Enormes fragmentos de concreto cuelgan peligrosamente del piso superior de un edificio en ruinas en el terreno abandonado de lo que fue la planta automovilística Packard, marca que alguna vez simbolizó la refinación y los vehículos de lujo en Detroit pero que desapareció con el tiempo.

Grafiteros y muralistas han dejado por igual su impronta en las paredes de la propiedad; los chatarreros se llevaron todo lo que era de metal y los pirómanos incendiaron neumáticos, zapatos y demás basura tirada en el lugar.

Sin embargo, para antes de fin de año, el empresario peruano de bienes raíces Fernando Palazuelo tiene previsto comenzar en forma su proyecto en el lugar, de 325,158 metros (3.5 millones de pies) cuadrados.

Donde otros han fracasado en sus planes para restaurar la planta o derrumbarla, Palazuelo afirma que hará efectivo su gran compromiso: limpiar el terreno y arreglarlo; construir apartamentos y tiendas minoristas, y traer empresas de alta tecnología, compañías de industria ligera y estudios de artistas; y tal vez algún día edificar incluso una escuela.

"Soy una persona que le gusta correr riesgos, sabe cómo acomodarse con el señor Riesgo y sabe dónde poner al señor Riesgo", declaró Palazuelo a The Associated Press al momento en el que grupos de trabajadores se disponían a colocar en el enorme terreno de 16 hectáreas (40 acres) letreros en los que se anunciaban los planes del hombre de negocios.

"Creo que Detroit… es el mejor lugar en el momento perfecto", apuntó.

Palazuelo, de 59 años, afirma que en los últimos 40 años, ha retransformado más de 120 inmuebles, algunos históricos, principalmente en España y Lima, Perú, para que sean lugares residenciales y de tiendas minoristas.

En 2013, Palazuelo compró la propiedad en la que se ubicaba la planta de Packard en 405,000 dólares en un remate de bienes embargados por deudas fiscales en el condado Wayne. La transformación del lugar tendrá un costo de casi 350 millones de dólares, dijo, que pagará con las rentas que reciba de sus proyectos en Lima.

No obstante, Palazuelo adeuda impuestos atrasados de la planta que ascienden a unos 90.000 dólares, a decir del condado. La propiedad se ubica en el lado este de la ciudad.

Construida a principios del siglo pasado, la planta fue diseñada por Albert Kahn. Su tamaño y alcance ilustra el músculo y la fuerza de entonces de las empresas automovilísticas de la ciudad.

El último automóvil Packard se fabricó en el lugar poco antes de finales de la década de 1950 y después los diversos edificios del lugar fueron utilizados como almacenes así como para alojar fábricas y otras de menor escala industrial.

La ciudad de Detroit se adjudicó la propiedad en 1994 después de que los anteriores dueños no pagaran impuestos atrasados por miles de dólares. En 1998, Detroit ordenó el desalojo de los 89 inquilinos restantes para proceder a la demolición, la cual jamás se llevó a cabo.

La ciudad dijo que la demolición de las estructuras y el saneamiento del suelo contaminado podría costar 20 millones de dólares. El anterior dueño tenía pensado demoler las estructuras, pero perdió la propiedad debido a los adeudos fiscales. Palazuelo dijo el viernes que saldará el adeudo de impuestos como parte la adquisición del lugar.

El interés en la planta y su historia se reavivó hace cuatro años cuando una pequeña galería de arte de Detroit separó una sección de pared en la que había una obra de arte y un mensaje del artista grafitero británico Banksy, quien suele rehuir de la notoriedad.

La obra consistía de la figura hecha con una plantilla de un niño que sostiene un cubo con pintura roja y una brocha al lado de la oración: "Recuerdo cuando todo esto eran árboles".