Las persistentes presiones inflacionarias seguirán afectando la colocación de créditos bancarios.
“Las condiciones más restrictivas del mercado tienen que ver, más que nada, con las altas tasas de interés para controlar la inflación; mientras esta no baje, el Banco Central no rebajará sus tasas y el crédito seguirá caro”, dijo a Gestión Felipe Carvallo, Vice President Senior Credit Officer de Moody’s.
La inflación -a 12 meses- fue de casi 9% en febrero y sostener tasas de interés elevadas por más tiempo asegurará que esa presión en precios disminuya, con lo que podrían volver al rango objetivo del BCR (entre 1% y 3% anual) en 2024, señaló.
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Pero, a su vez, esto restringe la demanda de créditos, por ejemplo los de largo plazo, y así muchos peruanos están dejando para después la compra de una casa por encontrar caras las hipotecas, agregó.
De esta forma, la agencia calificadora prevé una desaceleración en el financiamiento, además del elevado costo del crédito, por un enfoque más conservador de los bancos para evitar problemas de calidad en sus carteras.
El ritmo de expansión de los préstamos en el sistema bancario fue de 12% en el 2022, si se excluye Reactiva Perú, pero el crecimiento sería entre 8% y 8.5% este año y el próximo, estimó el ejecutivo.
Sostuvo que tal moderación se observaría principalmente en las carteras de crédito de consumo y a la pequeña y mediana empresa, por ser consideradas de mayor riesgo para las entidades financieras.
“Sigue habiendo un apetito de la banca peruana por tomar riesgo, pero de una forma más acotada. Hemos escuchado que si bien esperan un menor crecimiento, aún continúan viendo una diferenciación en estos rubros”, añadió.
Mencionó también que el conflicto social, con protestas, bloqueos de carreteras y disturbios, no ocasionaría un deterioro importante en la calidad de activos de la gran banca, aunque los bancos más pequeños y microfinancieras sí se afectarán más por su mayor exposición a las regiones con más convulsión.
Capacidad de pago se afecta por inflación
Según Carvallo, esta combinación de elevadas tasas que encarecen el crédito y la inflación ocasionan que el poder de pago de los individuos y de la pyme se deteriore, en medio de un contexto económico difícil y de menor crecimiento.
Así, se proyecta un aumento en la morosidad de los clientes, quienes presentan problemas para cumplir con sus deudas, y en los préstamos con atrasos en los pagos mayores a 90 días, detalló.
Estos créditos, considerados por la agencia como problemáticos, aumentaron levemente al 3.3% de los préstamos totales en el 2022, comparados con el 3.1% del año previo, y se espera que continúen aumentando modestamente, expresó.
Pese a ello, el analista sostuvo que la rentabilidad de las entidades bancarias seguiría en niveles elevados, cercanos a los vistos en prepandemia. Según la SBS, este indicador fue de 17.47% en enero último, tras alcanzar 18.34% en diciembre del 2019.
Los bancos afrontarán mayores costos operativos y una desaceleración crediticia, pero también se beneficiarán de las mayores tasas de interés, dijo. Estas dos dinámicas harán que la rentabilidad no se perjudique mucho, complementó.
Asimismo, indicó que estas entidades crearon amplias reservas durante la pandemia que todavía resguardan, las que ayudarían en un escenario de incremento de la morosidad.
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Inversión de la banca en digitalización
Carvallo también señaló que los bancos en el Perú se encuentran en un proceso de elevada inversión en digitalización, creando aplicativos móviles y nuevos mecanismos de pago para atraer a los clientes y brindarles un mejor servicio.
Estos son aumentos de costos de corto plazo con el objetivo de obtener mejores eficiencias y uso de tecnología a futuro, por lo que tenderían a bajar en el largo plazo, añadió.
Ante ello, el analista descartó que estos mayores costos se trasladen a las tasas de interés aplicadas a los créditos, pues también se proyecta posteriormente una reducción en la tasa clave del BCR, lo cual compensaría el efecto.
Hay un deterioro en las instituciones gubernamentales
“En este momento creemos que sí hubo un deterioro en las instituciones gubernamentales, pero no en las que consideramos específicas porque han sostenido la fortaleza de la banca privada por muchos años”, sostuvo Felipe Carvallo, de Moody’s.
Si hubiese un cambio en la independencia del BCR, en la capacidad de la SBS de regular a las entidades financieras del país o un menor enfoque del MEF en la parte fiscal, sería preocupante y haría repensar la fortaleza intrínseca de los bancos, precisó.
Detalló que la perspectiva de los bancos peruanos pasó a negativa recientemente, por un ambiente operativo más difícil comparado con años previos, aunque acotó que la diversificación de las carteras crediticias les permite sostener sus fundamentos y absorber importantes shocks del mercado.
- 4.01% es la morosidad de la banca peruana en enero de 2023, según la SBS. Este indicador cerró el año pasado en 3.95%.