Más vale prevenir que lamentar. El conocido refrán también se aplica al mundo de los negocios, donde será clave que exista claridad en la gestión que pueden realizar los socios de una empresa. De lo contrario, crece el riesgo de que surjan conflictos entre los socios, lo cual puede desencadenar en una crisis financiera de la empresa, advirtieron especialistas.
Walter Aguirre, abogado corporativo y socio principal de Aguirre Abogados y Asesores, refiere que los principales conflictos entre los socios se dan cuando tienen opiniones divergentes sobre la dirección estratégica de la empresa, como expansiones, adquisiciones, venta, fusiones o la entrada en nuevos mercados; así como cuando se produce un cambio en la propiedad de la empresa debido a la entrada de nuevos accionistas, salida de accionistas existentes y sucesión de accionistas por herencia.
Asimismo, otro tema que suele generar desacuerdos es cuándo se deben repartir las utilidades de la empresa, especialmente si algunos accionistas desean reinvertir las ganancias mientras que otros buscan obtener los dividendos percibidos dentro del ejercicio.
“Los conflictos internos de las empresas pueden repercutir en pérdidas económicas, ineficiencia operativa, decisiones comerciales erróneas, costos legales significativos y daño a la reputación. Estos problemas conllevarán a la pérdida de inversionistas y afectará la capacidad de la empresa para recaudar capital, llevándola hasta su extinción”, subraya Walter Aguirre.
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¿Cómo prevenir estos conflictos? La recomendación es suscribir un convenio de accionistas, donde se establezcan reglas y procedimientos claros para abordar los conflictos, así como los derechos, obligaciones y responsabilidades de los accionistas en la empresa.
“Allí también se pueden definir las reglas para la elección del directorio, contratación de auditorías, políticas de distribución de dividendos. El convenio de accionistas no debe ir en contra de lo fijado en los estatutos de la empresa”, refirió Aguirre.
Agregó que en el caso del reparto de dividendos, la ley general de sociedades da facultades a los accionistas minoritarios que representen por lo menor el 20% del capital social, a solicitar una distribución de dividendos de hasta el 50% de las utilidades de la compañía del ejercicio anterior.
Conflictos en una startup
Carlos Enríquez, asociado senior del área corporativa del estudio Miguel Mur & Abogados, coincidió en la importancia de los convenios de accionistas como una herramienta para evitar conflictos al interior de una empresa.
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El especialista señaló algunos aspectos que no deben quedar fuera del convenio, en caso de tratarse del nacimiento de una startup.
Control de la sociedad: definir si los socios están dispuestos o no a ceder el control de la compañía a un inversionista por dinero, así como los derechos políticos que tendrá cada socio. Esto limitará el perfil de inversionistas que buscan y cuánto poder están dispuestos a entregar.
En caso ello no se establezca con claridad, estaría abierta la posibilidad de que uno de los socios fundadores se una un inversionista recién llegado, disuelvan la participación del otro fundador y lo dejan fuera del negocio.
Distribución de utilidades: debe de estar regulada la política de distribución de utilidades para que los fundadores reciban sus primeras ganancias. Es usual que al inicio de una startup se busque reinvertir el total de las utilidades. Por tanto, Enríquez recomienda que dicho aspecto conste por escrito en el convenio.
Vigencia: es importante definir cuánto durará el proyecto, así como cuánto tiempo deberán esperar para recuperar el dinero invertido u obtener sus primeras ganancias. Los fundadores deberán de tener estos aspectos claros y por escrito.
Funciones: si los cofundadores de la startup van a trabajar en la compañía, siendo que la mayoría no serán socios inversionistas, entonces deberán dejar claro cuáles serán sus funciones de cada uno de ellos en el negocio.
Forma de financiamiento: la forma en que la startup va a obtener dinero es fundamental, ¿será por préstamo? ¿Será por emisión de acciones? El procedimiento de cómo obtendrán financiamiento debe de estar regulado.
Salida de la sociedad: en caso los conflictos sean inevitables y desencadenen la ingobernabilidad de la sociedad, para evitar su paralización es ideal que se tenga un procedimiento de recompra de acciones y asegurar la salida ordenada de uno de los socios.
No competencia: puede darse el escenario que uno de los socios aporta un método de su autoría a la sociedad y que el otro socio, quien posee el capital, obtenga la información aportada. Por tanto, una vez la consiga se podría desligar del anterior socio y fundar una sociedad independiente que competirá directamente contra su antiguo socio. Dicho escenario es posible, en consecuencia, con base en la naturaleza de los socios, debe de establecerse si será permitida la competencia entre ellos en caso uno se desligue de la startup original.
“Es vital para los fundadores tener reglas muy claras, con la finalidad de evitar inconvenientes en el futuro. Si se dejan aspectos clave en la nebulosa, desencadenarían conflictos que pueden llevar a la paralización de la sociedad o a un litigio en tribunales judiciales o arbitrales”, subraya el especialista del estudio Miguel Mur & Abogados.
Licenciado en periodismo de la PUCP, con más de diez años de experiencia en medios de prensa escritos y digitales.