Las micro y pequeñas empresas atraviesan un momento complicado luego de un año con escasas ventas, elevado costo de financiamiento y campañas que no han cubierto las expectativas.
“En los dos últimos, las mypes lamentablemente solo han visto pérdidas, desde la convulsión social a fines del 2022, seguida por Yaku y la débil actividad económica han originado que este segmento empresarial se descapitalice”, dijo a Gestión Jorge Solís, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC).
Ahora requieren una inyección de capital para evitar problemas en la cadena de pagos, mediante programas con mejores condiciones crediticias que les permitan adquirir activos, renovar inventarios y recuperarse económicamente, señaló.
LEA TAMBIÉN Fintech ahora ponen la puntería en créditos a trabajadores del sector público
Asimismo, Victor Blas, gerente de división de Estrategia y Finanzas de Financiera Confianza, coincide con Solís en que las mypes registrarían una reducción en sus niveles de capital.
Se tiene la idea de que este sector de empresarios paga sus deudas con las utilidades que genera de sus ventas, aunque no siempre es así, advirtió.
“La campaña navideña no fue como esperaban y están usando parte de su capital para repagar los créditos que sacaron, situación que las lleva a tener menos capital para las campañas que vienen”, detalló.
Mora
Con este panorama, Solís indicó que la morosidad se viene incrementando en el sistema financiero en general y, aunque el impacto ha sido de 1%, se observa un mayor aumento en la microempresa comparado con los demás segmentos.
“Desde el 2020 que fue un año nefasto para la microempresa, le siguieron choques externos e internos. Ahora, la recesión local y el deterioro del consumo disminuyen la capacidad de pago de los emprendedores, más aún luego de campañas muy parcas”, anotó.
Asimismo, Blas precisó que hoy se observan muchos casos de clientes que, si bien no están sobreendeudados con el sistema, sí tienen problemas que los están descapitalizando y acuden a prestamistas informales.
“Si el cliente pide S/ 10,000 pero la entidad financiera solo le puede dar S/ 5,000, no se queda tranquilo, sino que busca el adicional fuera, entonces saca distintos préstamos con algunos usureros con la expectativa de que, tras un cálculo aritmético, podrán absorber los altos intereses, pero termina convirtiéndose en un dolor de cabeza”, lamentó.
LEA TAMBIÉN Hasta no tener claridad política y electoral riqueza de peruanos no regresará al país
Programas
En esta línea, Solís expresó su preocupación por el escenario que enfrentan las mypes este año y reiteró que hay un universo de negocios que necesitan capital en condiciones blandas.
Por ejemplo, el programa Impulso Myperú podría mejorar en cuanto a requerimientos pues no ha tenido el impacto que se esperaba, solo se ha desembolsado cerca de S/ 2,500 millones de un total de S/ 15,000 millones en garantías del Estado.
“No se ve un efecto reactivador de la mype, no quieren tomar crédito porque les parece caro, los empresarios no quieren endeudarse a 13% sino a tasas más bajas, entre 3% y 5%, las cuales serían posibles con un subsidio”, subrayó.
La tasa de interés promedio de las cajas municipales para los préstamos a la microempresa asciende a 33.53% anual al cierre del 2023, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Blas refirió que las mypes ahora están tomando menor deuda para la campaña escolar y, posiblemente, también para el Día de la Madre.
La expectativa es que los volúmenes de venta para ambas fechas sean similares al 2023, no habría una mejora, aunque inicialmente se esperaba, debido a la desaceleración de la demanda interna y la mayor cautela de los empresarios pues les fue relativamente mal en la última campaña, estimó.
“Los negocios van a tener que ajustar sus márgenes para sostener, por lo menos, los niveles de venta del año pasado, aún estamos lejos de alcanzar las cifras de prepandemia a pesar de que este año se pinta con mejoras por una menor probabilidad de ocurrencia de El Niño con efectos graves”, añadió.
LEA TAMBIÉN Empresas ya se preocupan por terremoto y buscan protegerse con seguro
Fortalecimiento
En tanto, Solís se refirió también a los programas del Estado para fortalecer patrimonialmente a las microfinancieras, en este contexto de incremento de morosidad, mayores provisiones y resultados golpeados.
Se dispuso un primer programa de reforzamiento patrimonial en 2022 al que se acogieron siete entidades, entre ellas, tres cajas municipales y cuatro privadas (dos cajas rurales y dos financieras), de las cuales una quebró (Caja Raíz), comentó.
Asimismo, dijo, en 2023 se aprobó un segundo programa por hasta S/ 479 millones que aún está vigente pero ninguna caja municipal se ha incorporado hasta el momento.
“No es un programa enfocado en las microfinancieras, cuenta con condiciones muy duras que no representan un impulso real para las empresas ni tiene el objetivo de ayudarlas en su sostenibilidad”, acotó.
Solís anunció que en agosto la federación de cajas municipales participará en un foro internacional de microfinanzas a realizarse en El Salvador a fin de generar lineamientos y una ruta de inclusión social en Latinoamérica.
LEA TAMBIÉN Créditos a mypes no despegan pese a programas de Gobierno
Empresarios de Gamarra piden créditos con condiciones blandas
La mayoría de las aproximadamente dos millones de mypes que comercian, transforman y producen no tiene acceso al sistema financiero, por lo que deberán afrontar las campañas comerciales en curso con su propio capital o ahorros, manifiesta Susana Saldaña, presidenta de la asociación empresarial Gamarra Perú .
“Solo un universo pequeño, o el 15% de mypes, tiene acceso a préstamos del sistema formal”, señala y, por tal razón, recalca que gremios como el que representa han “peleado con las autoridades del Gobierno para lograr Impulso Myperu” y con el objetivo de que ese programa de garantías financie efectivamente, con condiciones blandas, a micro y pequeños empresarios.
Sin embargo, sostiene que los préstamos de bancos y cajas, en el marco de Impulso Myperú no están llegando a la mayoría de mypes, y si estas los obtienen, lo hacen con una tasa de interés elevada, de 13% en promedio.
Esta situación se torna más crítica, pues hoy esas empresas tienen menos capital y menos capacidad de producción que en años previos, o, en muchos casos, esos recursos se han reducido a su mínima expresión, advierte Saldaña.
Así, con limitado acceso a crédito del sistema financiero y escaso capital, las mypes deberán atender las campañas en marcha, afirma.
“Ahora mismo, los microempresarios necesitan créditos, capital de trabajo para comprar y abastecerse de productos para la campaña del Día de la Madre. Con ese fin se tienen los créditos de Impulso Myperú, con seis y hasta 12 meses de gracia, que ayudarían a las mypes en estas campañas, pero no está llegando el financiamiento a este sector”, enfatiza.
LEA TAMBIÉN Credicorp se enfocará en créditos minoristas y depósitos de bajo costo
Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.