El financiamiento de compañías con bonos disminuyó desde el inicio de la pandemia y ahora se concentra en plazos cortos y en soles.
El 83% de financiación de empresas en el mercado de capitales tiene plazos de hasta un año, lo que calza con la demanda de inversión en papeles de corto plazo por parte de fondos mutuos y AFP, señaló Alfredo Béjar, managing director regional de Renta Fija, Monedas y Crédito de Credicorp Capital.
“Las emisiones de bonos corporativos en el país están en un punto tan bajo como en el 2020, es casi la tercera parte de los montos registrados en prepandemia”, dijo.
La mayoría de papeles emitidos provienen de bancos y financieras y tienen periodos de alrededor de un año, dando una idea de que esas entidades esperan tasas de interés elevadas por uno o dos años, coincidió en señalar Patricio Luza, subgerente de Renta Fija de Renta4 SAB.
Hace cuatro años, los corporativos se endeudaban a tasas de 5% por plazos de 10 años, hoy lo hacen a un costo de 8% por un año, impacto que se traslada a sus estados financieros, agregó.
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Retiros de fondos de AFP
Sostuvo que a la política de alza de tasas de interés -la principal razón del mayor costo de deuda de las empresas- se agrega la menor capacidad de inversión de las AFP, los más grandes demandantes en este mercado, tras la liberación de fondos de los afiliados.
“El sistema de ahorro previsional alcanzó un fondo máximo de casi US$ 50,000 millones en su momento y hoy es apenas US$ 29,000 millones; no es posible conseguir una magnitud similar de inversionistas”, manifestó.
Los fondos mutuos también reportaron salidas de partícipes y pérdida de valor por las caídas de la bolsa local y subidas de tasa de interés este año, lo que mermó su potencial de inversión en papeles corporativos, acotó.
Sin embargo, según Credicorp, en el segundo semestre del 2023 las emisiones de empresas serían más activas y dejarían de concentrarse en papeles de corto plazo, como se observa ahora.
Por su parte, Luza prevé que la preferencia por periodos cortos (un año) podría extenderse hasta dos años, y recién en el 2024 se empezarían a registrar emisiones a tres o cinco años, lo que iría de la mano de las expectativas de la Fed (EE.UU.) de reducir su tasa de referencia.
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Desempeño de los bonos del Gobierno
En tanto, Béjar comentó que los bonos soberanos que vencen en 2026 y 2032 hoy reportan tasas de 6.9% y 7.9%, respectivamente, luego de que el título de Gobierno referente con plazo de 10 años tocara picos de 8.2% hasta tres veces en el año.
Los datos de inflación de EE.UU., menores a lo esperado, y los anuncios del Banco Central de Reserva (BCR) sobre compras de bonos en soles para dar mayor liquidez al mercado, así como las recientes subastas del mes, propiciaron un leve retroceso de las tasas en las últimas semanas, detalló.
Asimismo, Credicorp proyecta que Perú estaría cerca de su última subida de tasa de interés (ver nota vinculada).
Si bien la Fed continuaría su política alcista, pesará más el escenario y la inflación local para definir la tendencia de los papeles de Gobierno, cuyas tasas podrían retroceder a 5.9% y 6.9% al cierre del próximo año, en los bonos con vencimiento al 2026 y 2032, estimó.
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BCR a un paso de terminar ciclo alcista de tasas
El BCR sigue atento al dato de inflación, al afirmar su compromiso para retornar este indicador a los niveles esperados, sostuvo Credicorp Capital.
“Creemos que podría haber cerrado el ciclo alcista de su tasa de referencia en 7.25% (actual) o, como máximo, le faltaría una subida más -de 25 puntos básicos- a 7.5%, que se haría efectiva en la reunión de diciembre (próximo) o enero del 2023″, proyectó Alfredo Béjar, ejecutivo del holding.
En esa línea, prevé que la tasa de interés del BCR debería cambiar de tendencia el próximo año y descender a niveles de 5.25% o 5.5% hacia finales del 2023.
Aunque ello dependerá de que la Fed concluya su ciclo alcista el próximo año luego de que el BCR haga lo propio, y de que el tipo de cambio tenga una menor volatilidad y se sitúe en un rango de entre S/ 3.70 y S/ 4.10, lo que implica una moneda muy estable comparada con otros países de la región, explicó.
Además, debería concretarse un retroceso en la inflación y que las expectativas de alza de precios al 2024 regresen agresivamente debajo del 3% anual, acotó.