Tras el inicio de la campaña de aumentos en la tasa de referencia del Banco Central de Reserva (BCR) para controlar la inflación, que empezó desde agosto del 2021 y que tuvo su último movimiento en setiembre hasta 6.75%, las tasas de los créditos a empresas y personas han reflejado este avance, entre ellos los préstamos personales. Expertos hablaron con Gestion.pe sobre este producto y si es recomendable tomarlo.
Cabe indicar que, con base en datos de la SBS, los préstamos no revolventes a más de 360 días (bancos) tienen una tasa promedio de 23.27% a la fecha, separada del 18.72% que se tuvo al cierre de año pasado. Los plazos menores a un año tienen una tasa de 50.97%, también mayor al 48.82% que se tuvo a fines del 2021. Según analistas, estas tasas se empezarían a estabilizar, sobre todo en el tramo menor a 360 días, debido a la menor agresividad o pausa del BCR con respecto al aumento de sus tasas.
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No sería recomendable tomar un préstamo personal bajo el actual contexto, sino hasta pasar la mitad del siguiente año, cuando posiblemente la tasa del BCR haya bajado, señaló Jorge Carrillo Acosta, profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School.
“Este periodo no es bueno para endeudarse y sería más saludable postergar la decisión. Se prevé que termine el ciclo alcista (en las tasas del BCR), pero se mantendría en esos niveles por lo menos hasta la segunda parte del 2023. Es decir, no significa que las tasas (de los préstamos) empiecen a bajar, sino que no subirían más. Luego que el BCR empiece a bajar tasas, el traslado tampoco sería tan rápido, aunque los préstamos personales a menor plazo son más sensibles”, indicó.
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En caso de necesitar la liquidez, dijo Carrillo, la recomendación sería entonces usar ahorros o la CTS, que ahora permite retiros de manera excepcional, pues el costo de oportunidad es menor.
Explicó que en el caso del ahorro y de tenerlo en un producto tradicional como un depósito a plazo -ver nota sobre sus tasas-, habría incentivos de usarlo, pues la tasa que se dejaría de captar es de menos del 10%, mientras que los préstamos son mayores -ver gráfico-. En el caso de las CTS, el análisis en cuanto a tasas es parecido. No obstante, este último se trata de un seguro por si se cae en desempleo, por lo cual se debe tener límite.
“Sería mejor usar los ahorros, pues pagan menos de lo que se pagará por el préstamo. La CTS, por otro lado, es un colchón financiero o seguro que se debe tener ante una emergencia. Entonces se debe priorizar usar el ahorro y luego sacar la CTS a medida que se va necesitando, pues se pueden hacer retiros parciales”, indicó.
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Hacer uso de la CTS no debe ser una opción a considerar y sería mejor tomar un préstamo personal con la posibilidad de una compra de deuda sujeta a un escenario en el que las tasas bajen como prevé, señaló Jorge Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la UPC.
Ojeda explicó que de retirar la CTS ya no se podrían abonar de vuelta los fondos a este tipo de productos, que siempre han rendido más que los depósitos a plazo, pero que hoy han perdido esa característica por permitirse sus retiros. Es decir, se perdería esta rentabilidad mayor a largo plazo -ver nota sobre ello-.
Además, destacó que de caer en desempleo y no tener estos fondos, posiblemente se tenga que tomar un préstamo, que sería más complejo hacerse en el sistema formal si no se tiene empleo.
“La recomendación inicial sería postergar el tomar una deuda, pero no de poder hacerlo se podría optar por el préstamo. Si son plazos cortos, menores a un año, es posible que no se esté expuesto a una recompra de deuda a menor tasa. Por otro lado, si bien con plazos cortos se terminarán pagando los intereses con la tasa alta, finalmente la carga (de intereses) total sería posiblemente menor. Dependerá del monto que quiera solicitar y la capacidad de pago que se tenga, pero si se tiene en mente un plazo largo posiblemente se pueda luego tener una mejor tasa”, apuntó.
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Al respecto, Carrillo Acosta señaló que se podrían tener perspectivas de una compra de deuda, pero que esta figura ocurre, sobre todo, en préstamos que están por encima de los S/ 20,000.
“Hasta que ocurra la compra de deuda ya se habría pagado un tramo lago de altas tasas. Préstamos más allá de un año deberían estar vinculados a, por ejemplo, hacer un negocio del que se tenga cierta seguridad de rentabilizar, pagos de estudios o titulaciones que aumenten el nivel de empleabilidad, o emergencias. Luego no sería recomendable”, indicó.
Datos
- Hasta el 31 de diciembre del 2023 se puede retirar el 100% de los fondos CTS.
- El informe de Consensus Forecast LatinFocus, elaborado por el FocusEconomics en el mes de agosto, señala que la tasa del BCR se ubicará en 5.52% en el 2023.
- La tasa de referencia ha aumentado en 425 puntos básicos desde diciembre y en 650 puntos básicos desde agosto del 2021.