El tráfico global de pasajeros, que en el 2021 fue todavía menos de la mitad (47%) del que había antes de la pandemia de COVID-19, no logrará superar los niveles previos a la crisis sanitaria hasta el 2024, declaró la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) en un comunicado.
La asociación, cuyas líneas aéreas concentran cuatro quintas partes del tráfico aéreo mundial, espera que en el 2022 el tráfico de pasajeros equivalga a un 83% del 2019 (último anterior a la pandemia)
En el 2023 equivaldría al 94%, en el 2024 al 103% (lo que en términos absolutos supondría 4,000 millones de pasajeros) y en el 2025 al 111%.
El tráfico de pasajeros en los mercados domésticos podría recuperar los niveles anteriores a la crisis sanitaria ya en el 2023, mientras que el internacional, más golpeado por la pandemia (en el 2021 apenas ascendía a la cuarta parte del 2019) podría no mostrar una total recuperación hasta el 2025, alerta IATA.
“La trayectoria de la recuperación no ha cambiado con la variante ómicron del coronavirus, la gente quiere seguir viajando, y cuando las restricciones a los viajes se levanten volverán a volar”, aseguró en el comunicado el director general de IATA, Willie Walsh.
Pese a ello, tras la ola ómicron la IATA ha aumentado su pesimismo en torno a los mercados domésticos, ya que mientras algunos como Estados Unidos o Rusia han mostrado recuperación otros importantes como China, Japón o Australia se mantienen en cifras muy bajas.
“Afortunadamente, más gobiernos han entendido que las restricciones a los viajes tienen muy poco o ningún impacto en la transmisión de un virus”, defendió el máximo responsable de la asociación de líneas aéreas.
La IATA reiteró en el comunicado su llamamiento al levantamiento de todas las barreras al espacio aéreo para los vacunados, incluyendo cuarentenas y test, así como el uso de pruebas de antígenos para los no vacunados.