Todos conocemos, al menos, un que siempre hace las cosas, y parece imparable respecto a sus proyectos. Usted probablemente conoce a muchos otros que hablan sin cesar sobre sus grandes ideas, pero nunca se atraven a poner la primera piedra, o se dan por vencidos ante el primer obstáculo.

¿Cuáles son los atributos que hacen a un empresario 'imparable', y es posible que las personas aprendan de esas cualidades?

La ley del movimiento frente a la contemplación. Todo el mundo sueña y habla. Los empresarios de éxito asumen el riesgo para llevar a cabo sus sueños. Esto significa que toman sus anhelos como punto de partida, efectúan planes para concretar sus objetivos y ejecutan las decisiones pertinentes.

Limite el foco a tres o cuatro prioridades. Arme una lista de sus principales prioridades. Fije objetivos en torno a ello. Por citar algunos ejemplos: el posicionamiento de su marca, la prospección de clientes potenciales, o la gestión de flujo de caja.

Confíe en la innovación. Ser 'imparable' debe incluir la capacidad de pensar e innovar en sus condiciones actuales.

Encuentre el centro del asunto y vaya allí. Los emprendedores 'imparables' buscan todos los días mantener y mejorar el rendimiento, cultura y calidad de su marca. Ese es el centro de todo.

Conquiste el miedo que impide la acción. Cuando una persona tiene algo importante que hacer, y no lo está haciendo, entonces algún tipo de miedo lo detiene. El mayor remedio contra el miedo es la pasión hacia ese proyecto en particular.

Abrace el riesgo. No podemos alcanzar algún progreso sin asumir riesgos. En este nuevo mundo dinámico, donde el cambio se está acelerando a nuestro alrededor, la seguridad que sentimos al escondernos detrás de una roca en lugar de ponernos en movimiento se ha convertido en una ilusión. Ejecute proyectos nuevos, eso sí, no sin antes evaluar la dimensión de los riesgos y si está en la capacidad de asumirlos con eficacia.

Crea en sus capacidades. Henry Ford dijo: "Si piensas que puedes o piensas que no puedes, tienes razón." La confianza, determinación y energía son indispensables. La creencia en sí es el resultado de dominar todos los demás mecanismos emocionales.