Ezio Neyra, jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), se encargará de adaptarla a la nueva realidad. Desde el principio de la pandemia, tuvo claro hacia dónde se orientarían todas las acciones que tomaría durante su gestión: “Garantizar el acceso a la información y la cultura”.
Primeras tareas
Las primeras semanas en el cargo las empleó para reunirse con personas de múltiples visiones. “Me permitió tener una mirada global y hacer un diagnóstico a partir del cual empezaría a ejecutar acciones. El fortalecimiento de la salud institucional es un plan que no se ha visto alterado por la emergencia sanitaria”, cuenta Neyra.
En ese sentido, buscó incrementar la motivación de los trabajadores, procurando que participen en plataformas y medios como la radio. “Se trata de revalorar la labor de los bibliotecarios”, enfatiza.
Sin un espacio físico
Asimismo, el también escritor sostiene que las bibliotecas deben aprender a convivir en el entorno virtual. “Procuramos ser activos y mantener el tránsito de lectores. Lanzamos una biblioteca pública digital con alrededor de 8,000 títulos. No hay solo libros antiguos sino contemporáneos y novedades editoriales”, detalla.
Siendo consciente de que en el Perú hay muchas brechas de acceso a la tecnología, a Neyra le parece importante empezar a acortar distancias permitiendo que al menos distritos donde no hay bibliotecas públicas, tengan oportunidad de acceder a un formato digital.
Sin perder atención
Sin embargo, no solo la estrategia se centra en dicho canal. Se empezó a hacer préstamos de libros a domicilio en tres de las cinco estaciones públicas ubicadas en Breña, El Agustino y La Victoria.
Asimismo, se brindó el servicio de lectura por teléfono dirigido a adultos mayores. “Para eso construimos una base de datos de adultos mayores interesados en revivir reportajes, novelas o cuentos”, detalla Neyra. Así, se han multiplicado las modalidades de llegada a nuestros usuarios.
De hecho, hace tres meses que se traslada la programación de la BNP a YouTube y Spotify. Y si bien la crisis “ha obligado a hacer modificaciones de la agenda, también nos ha hecho multiplicar aún más la oferta y diversificarla. Nos ha permitido ver que hay muchos públicos a los que no hemos estado atendiendo con tanta cercanía como debiéramos”, concluye.
Hacia el 2021 se planea hacer un estudio que arroje luces sobre la composición del grupo lector que acude a la BNP. Cita como ejemplo el caso de la biblioteca Vasconcelos, en México. “No fue hasta que hizo su primer estudio que descubrieron que el 70% no venía de la Ciudad de México y que el 30% no tenía como lengua materna el castellano”.
Bicentenario
Este mes empiezan las celebraciones por el bicentenario de la BNP, y la agenda incluye eventos hasta setiembre del 2022. Entre ellos, los conversatorios, 15 charlas magistrales dedicadas a la literatura y con directores de otras bibliotecas nacionales de la región.