
Los consumidores de todo el mundo pronto podrán conocer los intrincados detalles de la vida del salmón que comen a partir de una nueva iniciativa basada en la cadena de bloques (blockchain) del principal exportador de Noruega.
La Asociación Noruega de Mariscos se ha asociado con International Business Machines Corp. y el proveedor de tecnología Atea ASA para recabar datos sobre cómo se cría, almacena y envía el salmón, información a la que los consumidores eventualmente accederán escaneando un código QR. Eso ayudará a los proveedores de Noruega a diferenciar sus productos prémium de otros exportadores, frenar el fraude sobre el origen y reducir el desperdicio.
“La cadena de bloques nos permite compartir el viaje de los peces desde el océano hasta la mesa”, dijo Alf-Goran Knutsen, líder ejecutivo de Kvaroy Arctic, un proveedor que forma parte de la iniciativa. “Esta iniciativa llega en el momento justo”.
Los consumidores quieren saber cada vez más qué hay en sus alimentos y cómo se producen, y la cadena de bloques ha ayudado a los minoristas a garantizar que productos como el pollo o la pasta no se contaminan ni se venden como otra cosa.
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Pero es más difícil hacer un seguimiento al pescado, lo que lo hace particularmente vulnerable al fraude. El grupo de defensa Oceana estima que una de cada cinco muestras de mariscos están mal etiquetadas.
Si bien Noruega tiene reglas más estrictas que muchos productores sobre cómo trata el salmón, la piscicultura a nivel mundial es objeto de distintas polémicas, desde el uso de antibióticos hasta la sostenibilidad de la alimentación de peces.
El uso de la cadena de bloques para hacer seguimiento de la vida de un pez ayudará a los productores de Noruega a salvaguardar su reputación y evitar la falsificación de productos inferiores que pasan por noruegos, según Espen Braathe, un ejecutivo de IBM Food Trust Europe.
“Cuando vende un producto fresco y limpio, es muy importante que produzca tanta evidencia como sea posible”, dijo Braathe en una entrevista.
El proyecto, el primero en cubrir toda la cadena de suministro de salmón, comenzará a funcionar a finales de setiembre, y también hará un seguimiento de la trucha. Sensores y cámaras registrarán detalles como la temperatura del agua y la alimentación de los peces, dijo el responsable de Atea, Steinar Sonsteby.
La iniciativa, que luego se ampliará a las capturas silvestres, debería permitir a los criadores noruegos a obtener precios más altos por el pescado, dijo Robert Eriksson, líder de la Asociación Noruega de Mariscos. El objetivo es que cada miembro haga un seguimiento de hasta el 40% de su población de peces para 2025, según IBM.
El caso reciente sobre el vínculo entre los alimentos y el nuevo brote de coronavirus en China muestran cómo la cadena de bloques podría aliviar tales preocupaciones, dijo Sonsteby. El nuevo brote se atribuyó al salmón importado, y el miedo a si los alimentos pueden transmitir el virus provocó el boicot del salmón en China, aunque los expertos dijeron que no hay evidencia de que el pescado fuera el origen o el huésped intermedio.
“Ilustra muy bien cómo una solución como esta podría funcionar para introducir confianza en la cadena de valor y la industria”, dijo Sonsteby. Para los minoristas en general, “quieren estar 100% seguros de que lo que están comprando y vendiendo es algo que pueden respaldar al 100%”.