Cada vez más empresas y personas han tomado consciencia de la importancia de tener su propósito definido, y el impacto que este tiene en el bienestar de la gente y en el desempeño de las organizaciones. Pero el desafío está no solo en definirlo, sino en vivirlo.
En este episodio, la especialista en estrategias corporativas y sostenibilidad, Gisella Benavente – CEO de Axia Consulting Group-, explica cómo crear un sistema de hábitos que nos lleve a poner en práctica nuestro propósito y comparte su experiencia en la definición de su propósito personal.
Benavente recuerda que no debemos confundir propósito con objetivo. El propósito es la razón o razones que le da sentido a nuestra vida e involucra entender quiénes somos y quiénes queremos ser. Por tanto, es muy personal. Y, para experimentarlo necesitamos desarrollar hábitos alineados a nuestro propósito. “No se trata solo de definir qué quieres hacer, sino de quién quieres ser y qué le da sentido a tu vida, para alinear todo lo que haces a esto”, precisa.
La especialista explica que la razón por la que los hábitos importan es porque refuerzan la clase de persona que somos. En este sentido, nuestro foco no debe estar en los resultados sino en los hábitos que tenemos, pues nuestra vida se encaminará en la dirección de nuestros hábitos. “Esto es un desafío pues vivimos en una sociedad en la que estamos acostumbrados a enfocarnos en los resultados que son finalmente lo visible y lo que mostramos y reforzamos, por ejemplo, en las redes sociales”, comenta.
Por este motivo, generalmente, damos más valor al resultado que al proceso cuando en realidad debemos enfocarnos en los comportamientos que necesitamos tener. Se trata de definir qué clase de persona queremos ser, qué clase de líder queremos ser, y luego construir el sistema de hábitos diarios para lograrlo. “No se trata de enfocarnos en lo que queremos lograr, sino en quién nos queremos convertir”, indica.
Para tener éxito en la incorporación de nuevos hábitos, Benavente comparte las técnicas desarrolladas por James Clear, investigador y autor del famoso libro “Atomic Habits”, quien define un “hábito atómico” como la práctica regular o rutina pequeña y fácil de realizar. “Es importante priorizar volumen frente a intensidad, es decir, hacerlo más veces frente a hacer algo que nos cueste mucho para desarrollar primero la capacidad”, refuerza.
El mundo ha cambiado. Vivimos en un entorno sumamente interconectado e interdependiente, por lo que nuestra evolución solo puede estar basada en la cooperación y la priorización del bien común. En este contexto, existe una gran expectativa por una nueva clase de liderazgo capaz de sintonizar con lo que es importante para la sociedad y que inspire a las personas a ser una mejor versión de si mismas. “En este contexto, ¿qué clase de líder quieres ser?”, finaliza.