El ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Iber Maraví, cuestionó al Congreso de la República, que la próxima semana podría interpelarlo por sus presuntos vínculos con ataques terroristas perpetrados en los años 80, asegurando que sus integrantes se la quieren dar de jueces” y “se creen la suprema corte celestial”.
Desde la región Ayacucho, indicó que ya ha dado a conocer su postura en contra de Sendero Luminoso y el terrorismo en todas sus declaraciones, pero remarcó que si desean escucharlo una vez más, acudirá al Parlamento “con la cordialidad del caso”.
“Ya tienen las respuestas en todas mis declaraciones. Pero si acaso quieren escucharme una vez más con mis respuestas, bueno otra vez iré porque estoy obligado a ir, con la cordialidad del caso”, expresó.
“Si me censuran o no, el pueblo peruano será el mejor juez. Estos señores que se la quieren dar de jueces y que se creen la suprema corte celestial y que por encima de la justicia terrenal peruana ahora quieren condenar a Iber Maraví, ahora van a ser juzgados por el verdadero juez, el pueblo peruano”, agregó.
Cabe indicar que Maraví reiteró sus críticas contra el Congreso durante su discurso en Ayacucho, señalando que las interpelaciones lo “distraen” y que no tiene ninguna condena ni investigación abierta por el delito de terrorismo.
“Ahora estamos preocupados más bien en dar soluciones a las necesidades de la población, estamos atareados en eso y nos vienen a distraer con interpelaciones. La prensa más está hablando de esas informaciones del pasado que ya se han judicializado y que no hay nada absolutamente”, acotó.
“Una vez más en mi tierra lo digo: Iber Maraví no tiene ninguna condena a lo largo de su vida. No tengo siquiera ni una investigación por haber molestado una mosca, no tengo absolutamente nada”, sentenció.
Como se recuerda, el pasado 1 de setiembre congresistas de las bancadas Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País presentaron formalmente una moción de interpelación contra Iber Maraví.
El texto pide interpelar a Maraví basándose en los reportes periodísticos que dan cuenta de atestados policiales que lo vinculan a supuestos ataques terroristas que se perpetraron en 1980 y 1981, así como en las declaraciones que el ministro brindó sobre estos cuestionamientos.