El futuro del fujimorismo, primera fuerza política de Perú, será definido este miércoles cuando el Congreso decida si destituye o no al popular legislador Kenji Fujimori, en una crucial batalla de la guerra que libra contra su hermana Keiko.
En el aniversario del "Día D", el desembarco aliado en las playas de Normandía del 6 de junio de 1944, Kenji se sentó en el banquillo, en una sesión de ribetes épicos del plenario del Congreso, acusado de haber intentado comprar votos para impedir la destitución del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció en marzo.
"Desde temprano en el @CongresoPeru preparado para el combate #ModoGladiadorApuñalado", publicó Kenji en Twitter junto al video de una escena de la película "Gladiador" (2000), protagonizada por Russell Crowe.
Dos aliados de Kenji, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, están acusados con él. Si son destituidos, los tres serán reemplazados en el Congreso por partidarios de Keiko que eran "suplentes" en la papeleta electoral fujimorista en el 2016.
El debate comenzó a las 11:00 locales y podría prologarse varias horas.
El fujimorismo se encamina al cisma por el empeño de Keiko Fujimori de expulsar del Congreso a su hermano, lo que podría conducir a que ambos se enfrenten en las presidenciales de 2021.
Kenji quedó con un pie fuera del Congreso hace dos semanas, cuando una comisión legislativa controlada por el partido de Keiko recomendó su destitución, pero él afirmó no estar muerto políticamente.
Los hermanos se disputan el legado político de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien fue condenado por crímenes contra la humanidad y corrupción, aunque muchos peruanos lo veneran porque acabó con el terrorismo de Sendero Luminoso y la hiperinflación heredada de Alan García (1985-1990).
"Los Fujimori han marcado la vida peruana desde hace más de dos décadas y media, primero durante la presidencia del padre y luego con la incursión en política de sus hijos", dijo el analista político Fernando Tuesta.
"Sacarlo de carrera presidencial"
La guerra fratricida conduciría a una inédita contienda electoral entre hermanos en Perú, a pesar de los esfuerzos del patriarca del clan, de 79 años, quien salió de prisión indultado por Kuczynski en diciembre.
Con o sin destitución, Kenji puede ser un candidato "potente" ante su hermana en el 2021, según analistas, pero sus aspiraciones podrían frustrarse si el Congreso lo inhabilita para postular a cargos públicos como parte de las sanciones que le imponga.
"La inhabilitación política es una potestad del Congreso. Puede ser de entre 5 años a 10 años. En el caso de Kenji, apunta claramente a sacarlo de la carrera presidencial del 2021", explicó Tuesta.
Keiko se lava las manos diciendo que la destitución depende del Congreso, al que ella no pertenece, pero los legisladores que la impulsan son de Fuerza Popular (derecha populista), el partido que dirige. Lo creó con Kenji, quien se marginó de él en enero.
La decisión del Congreso es incierta, pues dependerá de cómo voten varios partidos minoritarios.
"La destitución de Kenji Fujimori procede con 67 votos, una suma que Fuerza Popular no tiene. El partido de Keiko tiene 59", dijo Tuesta.
¿Doble triunfo de Keiko?
El quiebre en el fujimorismo comenzó con las gestiones para el indulto al expresidente, cuyos esfuerzos han sido infructuosos para conseguir un armisticio entre sus hijos.
Paralelamente, medios peruanos informaron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, notificará en las próximas horas su fallo por un recurso contra el indulto.
Keiko, la hija mayor, de 43 años, se oponía al indulto alegando que el padre era inocente y que debía ser liberado por la justicia sin mediación del gobierno.
Pero Kenji, el benjamín de 38 años, batalló por el indulto y apoyó Kuczynski, quien había derrotado a Keiko en el 2016.
Los críticos de Keiko dicen que ella no quería que su padre saliera libre pues podría disputarle el liderazgo.
"Keiko podría obtener un doble triunfo" si la Corte "manda al padre a la cárcel de regreso y ella a su hermano a la calle", escribió la analista Rosa María Palacios en su blog del diario La República.
La hija mayor ha sido dos veces candidata presidencial, en ambos casos derrotada en balotaje. Su hermano ha sido dos veces el legislador más votado.
Ella tiene mejores opciones electorales, pues posee un partido organizado. Kenji debe crear uno que respalde sus ambiciones presidenciales.
Sin embargo, "un triunfo de Kenji, en caso de que el Congreso no lo destituya, lo coloca en una posición distinta y expectante" en esta guerra, afirmó Tuesta.