El exjefe del Instituto Nacional de Salud (INS), Ernesto Bustamante, advirtió que, según sus cálculos, las pruebas moleculares diarias en Perú se redujeron en el último mes.
“La mayoría de las pruebas que se hacen en el Perú son rápidas. La semana pasada se hicieron 3,311 pruebas moleculares en promedio. Hace un mes se hacían 5,400 test de este tipo. Pareciese que quisieran gastar pruebas rápidas que hay en stock”, señaló a Gestión.
Ello pese a que en agosto la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, informó que se irá sustituyendo “poco a poco” la aplicación de las pruebas rápidas por pruebas moleculares.
Bustamente afirmó que las pruebas rápidas “no sirven para nada, salvo para darnos datos falsos”. Indicó que esto resulta un riesgo porque evita que lleguemos a conocer la real situación del coronavirus en el país.
“Es como un iceberg. Normalmente, si uno detecta 100 (contagios), es porque hay 500 o 600 casos. Pero en Perú es probable que detectemos 100 cuando en realidad estamos hablando de 800 o 1,200. No lo sabemos porque no estamos usando la prueba correcta”, anotó.
Indicó que es necesario que la economía se recupere, sin embargo, resaltó que debe hacerse en buenas condiciones de seguridad sanitaria. “El problema está en que nosotros tenemos un nivel alto de contagio. Tenemos entre 5 mil y 6 mil contagios nuevos por día. Esto es mucho. Las defunciones han bajado, pero tampoco podemos decir que se ha ido el virus”, indicó.
Explicó que el coronavirus se presenta en Perú a manera de epidemias locales. Por tal motivo, el virus no se comporta de igual manera en Miraflores que en Villa El Salvador. La suma de casos en estas pequeñas zonas podría originar olas locales o regionales. En ese sentido, indicó que Lima corre más peligro debido a la concentración de población que hay en su territorio.
Defensoría: Segunda ola es inminente
El Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, consideró que es inminente una segunda ola de covid-19. Mencionó en Radio Exitosa que el adelanto de fechas para actividades y un discurso extremadamente optimista podrían generar una falsa expectativa.
“Puede incluso hacer que se baje la guardia y que nos enfrentemos no solamente a un problema de distribución de la vacuna sino también a un problema de una segunda ola”, expresó. Reiteró su pedido de que el Gobierno dé a conocer su plan nacional de vacunación.